Para evitar que los hijos caigan en la drogadicción no basta con prestar atención a sus asuntos, también hay que ponerles reglas y límites y fomentar en ellos la corresponsabilidad, afirma el director del Centro de Integración Juvenil, Víctor Roa Muñoz.

También alerta sobre el narcomenudeo, que circula en casas particulares de colonias y fraccionamientos, en los centros de reunión de jóvenes y en las calles, ya que favorece el fácil acceso a las drogas.

Sin embargo, recuerda que el elevado consumo de drogas en Yucatán, y en particular en Mérida, se debe a varios factores identificados en un estudio que realizó el centro, entre los cuales destacan los siguientes: Desintegración familiar, familias uniparentales (aquellas en la que sólo está el papá o la mamá), violencia intrafamiliar y problemas escolares, como bajo rendimiento, mala conducta y falta de apego escolar.

Baja autoestima, migración, poca vigilancia paterna, poca o nula convivencia familiar, vinculación o adhesión a bandas, mal uso del tiempo libre, depresión en niños y adolescentes y situación económica precaria.

Esto último, aclara, no es condición única, ya que también hay drogadicción en la clase económicamente alta, sólo que no es tan evidente como ocurre en las zonas marginadas.

También influyen la drogadicción y el alcoholismo en uno o ambos padres y la falta de comunicación con los hijos.

El entrevistado dice que en el centro del problema se ve el uso de drogas a temprana edad, combinado con el consumo de alcohol, así como el consumo en parejas, el aumento de consumo entre las mujeres, y el incremento en el uso de drogas sintéticas como el “crack”.

El director del CIJ insiste en que es necesario que los padres de familia y las autoridades le pongan más interés a este problema y adquieran un mayor compromiso para abatir este mal social.

Unión familiar

Advierte que una familia unida, integrada, es la mejor forma de enfrentar el entorno social que juega un papel importante en el aumento en las adicciones.

Roa Muñoz recalca que es necesario crear una “red social contra las adicciones”, en la que se sumen esfuerzos y recursos de instituciones, dependencias de gobierno y organismos civiles.

Propone llevar programas de prevención a las escuelas que están en las colonias de alto riesgo, promover habilidades para la vida entre los niños y jóvenes e involucrar a los padres de familia en programas como los círculos de lectura que propicien la cercanía con sus hijos.

Sugerencias

El CIJ surgiere capacitar al personal de dependencias que llevan al cabo diferentes programas, a fin de que se conviertan en multiplicadores de la labor preventiva. También sugiere consolidar la estrategia de detección temprana de casos y la canalización oportuna a las instituciones correspondientes, con seguimiento de los adictos.— Félix Ucán Salazar.