Estudiantes universitarios y una coalición de pequeños partidos de la Ciudad de México prepararon una iniciativa de ley que permite portar tres gramos de marihuana, con la finalidad de combatir con mayor eficacia el narcomenudeo.

La coalición Socialdemócrata de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, controlada por la izquierda, considera que se debe evitar que los consumidores sean considerados pequeños narcotraficantes debido a que se disminuye la eficacia en la lucha contra el narcotráfico.

En su propuesta, se plantea que «la cantidad máxima que podrá considerarse de consumo personal son 3 gramos, para el caso de la cannabis sativa, índica y americana, mejor conocida como marihuana y, 2 gramos para su resina, preparados y semillas».

En 2006, el entonces presidente Vicente Fox (2000-2006) devolvió al Legislativo una ley que despenalizaba la posesión de pequeñas cantidades de drogas, después de que Estados Unidos la criticó porque consideró que se corría el riesgo de que los vendedores de drogas quedaran el libertad.

Esa iniciativa de ley aceptaba como dosis para consumo personal cinco gramos de opio, 25 de heroína, cinco de marihuana o 500 miligramos de cocaína.

En la presentación de la iniciativa, el Coordinador de la Coalición Parlamentaria Socialdemócrata, Jorge Carlos Díaz Cuervo, y los 21 integrantes de la Primera Asamblea de Jóvenes Socialdemócratas, sostuvieron que «las personas que fuman marihuana, antes de ser enfermos son seres humanos que fuman por placer».

Argumentan que «las acciones del gobierno federal se han centrado, hasta ahora, en el combate a la producción y distribución de drogas y se ha desatendido la demanda o el consumo».

«También el tratamiento de los farmacodependientes ha sido desatendido y relegado a instituciones que no garantizan que estas personas reciban un tratamiento médico adecuado», añaden en su iniciativa los socialdemócratas.

Esto es un problema especialmente grave en las cárceles de la Ciudad de México «donde los reclusos se encuentran más expuestos a volverse farmacodependientes y no reciben atención adecuada», añadieron.

En conclusión, dijeron, «no se debe criminalizar el consumo de drogas, sino que se debe regular eliminando todas las ambigüedades en la ley. También se debe concientizar a la población de que el abuso en el consumo de drogas es una enfermedad, más que una conducta criminal».

Una de las ambigüedades del Código Penal, según los autores de la propuesta de ley, se encuentra en el artículo que establece que «no se procederá en contra de quien, no siendo farmacodependiente, se le encuentre en posesión de alguno de los narcóticos señalados en el artículo 193, por una sola vez y en cantidad tal que pueda presumirse que está destinada a su consumo personal».

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud, en México 3,5 millones de personas de hasta 65 años de edad ha usado drogas sin incluir al tabaco y al alcohol.

La droga de mayor consumo, sin considerar al tabaco o al alcohol, es la marihuana, ya que 2,4 millones de personas la han probado alguna vez en una proporción de 7,7 hombres por cada mujer.

Año a año cientos de estudiantes se suman a las marchas en la ciudad de México por la legalización de la marihuana.

El gobierno mexicano lleva a cabo amplios operativos contra el narcotráfico en varios estados del país y también realiza frecuentes procedimientos de detección e incineración de plantíos de marihuana.