Los estadounidenses desconocen gran parte de los aspectos relacionados con el diagnósico, tratamiento y síntomas de alerta de algunos de los cánceres más comunes, los de cuello, cabeza y boca; tres tipos de tumores fuertemente relacionados con el consumo de alcohol y tabaco pero de los que incluso fumadores y bebedores ignoran factores de riesgo y posibilidades de curación.

Ésta es la conclusión de una encuesta dada a conocer en el transcurso de la Sexta Conferencia Internacional de Cáncer de Cuello y Cabeza celebrada recientemente en Washington. Algo más de 1.013 sujetos (269 de ellos fumadores) fueron localizados aleatoriamente por teléfono por miembros de la Universidad de South Carolina que les plantearon una serie de cuestiones relativas a los tres tumores.

Al ser preguntados por los factores de riesgo que incrementan las probabilidades de enfermar, sólo el 42% de los participantes (el 44% en el caso de los fumadores) identificó correctamente el tabaco en la lista de «sustancias peligrosas». Por otro lado, y pese a que no existen evidencias científicas que avalen esta creencia, los encuestados aseguraban que la contaminación ambiental era más peligrosa que el alcohol, la exposición al sol o la dieta.

El 62% de los participantes admitió que sabía poco o muy poco sobre estos tipos de cáncer, un porcentaje algo menor entre los fumadores (58%). Sólo el 12% de todos ellos identificó correctamente los primeros síntomas que indican la posible presencia de un cáncer de boca, cabeza o cuello. E incluso entre quienes respondieron que fumaban habitualmente hubo un 39% que desconocía completamente todos estos síntomas.

Estos son fundamentalmente pequeñas heridas en la boca que no acaban de curar, y cuya identificación a tiempo puede ampliar las posibilidades de supervivencia de los pacientes. Por este motivo, los firmantes de la investigación (los doctores T. A. Day, S. G. Reed y G. F. Cannick) apuestan por incrementar las campañas de educación pública y multiplicar los materiales informativos que permitan aumentar el conocimiento del público sobre estas enfermedades.

La importancia de la prevención es especialmente destacable si se tiene en cuenta que el 85% de estos tumores se atribuyen directamente al consumo de alcohol y tabaco en grandes cantidades. Sin embargo, como pone de manifiesto la encuesta, ni siquiera entre esta población existe suficiente conocimiento sobre los peligros que conllevan estas adicciones.