Las maravillas del mar Báltico como paisaje de fondo y como cura. Boltenhagen, una ciudad costera en el norte de Alemania, ha sido la encargada de albergar un instituto especializado en el tratamiento de adolescentes que abusan de Internet. El sol y el aire libre son dos de las alternativas que se ofrecen a la oscuridad y la concentración del cuarto en el que se encuentra un ordenador encendido durante horas. El nacimiento de este centro ha vuelto a levantar la polémica: ¿existe realmente una adicción a la Red?

Resulta bastante complicado contestar a esta pregunta con un simple monosílabo, puesto que la comunidad científica se encuentra dividida. Una parte de este colectivo afirma que la dependencia es real y hablan de un trastorno de adicción a Internet (IAD), que debe tratarse como otro tipo de conductas adictivas, por ejemplo la ludopatía. Otro grupo considera que no existe patología sino un mal uso de esta tecnología.

En este sentido, el primero en ofrecer una definición fue Ivan Goldberg (Universidad de Columbia) quien, junto con Kimberley Young (fundadora del Centro para Adiccón Online, COLA, en Pittsburgh, EE UU), lidera el colectivo que defiende la existencia de una adicción. «Un mal uso de Internet , que lleva a un empeoramiento clínico», afirma Golbderg. Un concepto que queda muy bien completado por la relación de 10 síntomas que aporta la «ciberpsicóloga» Young. Experimentar cuatro o más de estas manifestaciones hace de la persona una «adicta» a Internet, según la psicóloga estadounidense:

Pensar en Internet todos los días; tener cada vez mas necesidad de «navegar» por la Red; uso descontrolado; estar irritable o cansado al parar; emplearla como modo de escape; mentir a las personas cercanas sobre su involucración en Internet; estar en peligro de perder una relación sentimental, un trabajo o una oportunidad educacional debido al tiempo invertido en esta tecnología; seguir conectado a pesar de las tarifas del teléfono; sufrir síndrome de abstinencia; «navegar» durante más tiempo de lo planeado en un principio.

Juan Alberto Estallo Martí, psicólogo del Instituto Municipal de Psiquiatría de Urgencias (IMPU), en Barcelona, se sitúa en contra del empleo del concepto «adicción». De hecho, gran parte de su trabajo está orientado a demostrar que la dependencia, en el caso de los videojuegos por ejemplo, no es más que un mito. En declaraciones a elmundosalud.com, Estallo se muestra perplejo ante la creación de centros de tratamiento específicos. Opina que este abuso se debe a otros problemas de fondo que son los que se deben tratar. Y añade que «el modo de tratar este trastorno debe parecerse al que se emplea en la anorexia nerviosa, donde se enseña a comer. Es decir, un modelo de uso de Internet educativo y no restrictivo».

Así mismo, afirma que «en la interactividad es donde está la clave» y, por eso, el «exceso» se da sobre todo en las personas que emplean los «chat» y los juegos de red. Además de estos dos, el llamado «cibersexo» y la búsqueda de contenidos sexuales son otros de los usos que mayor potencial adictivo poseen.