La revista Consumer ha realizado un estudio sobre el respeto a la prohibición de fumar en los lugares públicos en doce ciudades, entre ellas Pamplona. En la capital navarra se han analizado un total de 19 espacios públicos, que, incluyen, entre otros, el Hospital San Juan de Dios, la Biblioteca de San Francisco o el Museo de Navarra. Los resultados demuestran que el 27% de los usuarios navarros y un 7% de los empleados fuman en lugares en los que está prohibido hacerlo.

No obstante, estas cifras negativas se tornan positivas en comparación con los resultados obtenidos en otras once ciudades analizadas (Santander, Barcelona, Alicante, San Sebastián, Málaga, Madrid, Valencia, Vitoria, Oviedo, Bilbao, A Coruña).

En conjunto, los usuarios fuman, de media, en el 46% de los espacios prohibidos, y los empleados en el 24% de los lugares visitados.

Consumer publicó en junio de 1998 un informe que desvelaba un amplio incumplimiento de la norma. Hoy, casi cinco años después y cuando el Gobierno anuncia el despliegue de todo un arsenal legislativo para regular el consumo y la publicidad de esta sustancia adictiva que tantos quebrantos causa en la salud de los ciudadanos, un nuevo estudio demuestra que todo sigue igual, si no peor. Los datos difícilmente pueden ser más elocuentes: si en 1998 fumaba al menos algún usuario en el 44% de los lugares en que estaba prohibido, hoy se consume tabaco en el 46% de estos espacios teóricamente libres de humo.

El único dato esperanzador de este informe es que se ha reducido la proporción de los trabajadores de estos sitios públicos que fuma en ellos. Si en el anterior estudio en el 33% estos espacios libres de tabaco fumaban los empleados (al menos, alguno de ellos) hoy la proporción se queda en el 24%.

Pamplona, mejor que la media

La capital navarra, de las doce ciudades estudiadas, es la que presenta una cifra de mayor respeto a la prohibición de no fumar, tanto entre los usuarios como entre los trabajadores. Sólo fuman en espacios públicos un 27% de los clientes, cifra muy lejana a Santander, ciudad en la que fuma un 67% de los usuarios. En relación a los empleados, sólo incumple la norma el 7%, la cifra más baja junto a la registrada en La Coruña.

Sin embargo, la señalización no es del todo adecuada en los espacios públicos de la capital navarra, ya que no hay advertencia de la prohibición de fumar en el 27% de los lugares que se analizaron, una cifra superior a la media del informe.

Otro de los aspectos que se analizaron fue si en los lugares públicos estudiados había un espacio reservado para los fumadores. En Pamplona, sólo en el 7% hay una zona destinada para los fumadores. La media en las ciudades analizadas en las que se brindaba a los fumadores la posibilidad de fumar en una sala específica se sitúa en un exiguo 4%.

Nueva legislación

El nuevo Plan de Prevención del Tabaquismo presentado por el Ministerio y que pretende desarrollarse en el periodo 2003-2007, propone, entre otras medidas, prohibir la publicidad directa e indirecta, así como el patrocinio de productos del tabaco, prohibir la venta a menores de edad, suprimir las máquinas expendedoras de cigarrillos o declarar al tabaco enfermedad crónica. La presentación de este plan no implica un cumplimiento mayoritario. Así, deberá hacer especial incidencia para que los usuarios lo ejecuten en universidades e institutos, ya que el estudio realizado por Consumer muestra que en todas las universidades públicas visitadas y en casi la mitad de los institutos de enseñanza media se fumaba. Asimismo, en todas las estaciones de autobuses y en casi todas las de tren, en todos los aeropuertos, en la mitad de los ayuntamientos, diputaciones o gobiernos autonómicos, en el 42% de los institutos públicos de enseñanza media, y lo que es aún peor, en uno de cada tres hospitales (grandes y pequeños por igual) y gasolineras (se añade en este caso el problema de seguridad). Los únicos espacios libres de tabaco en que se respetaba la prohibición de fumar son los museos y los autobuses urbanos. En las Oficinas de Turismo y del INEM estudiadas el incumplimiento fue pequeño: sólo en el 17% se vio gente fumando. Otra conclusión que desvela el estudio es que los propios empleados de muchos de los lugares públicos legalmente libres de tabaco no cumplen la norma. Pero lo real se aleja mucho de lo ideal y, en este caso, de lo lógico: en cuatro de cada diez universidades, estaciones de buses y trenes, algunos empleados fuman. Y lo hacen en tres de cada diez gasolineras y ayuntamientos, y en dos de cada diez aeropuertos, institutos, diputaciones o gobiernos, y oficinas de turismo. Y en uno de cada diez hospitales y oficinas del INEM. Los únicos espacios públicos en los que sus trabajadores no fumaban fueron las bibliotecas, los museos y los buses urbanos.

Por otro lado, para que la gente no fume donde la ley lo prohíbe, conviene que (tal y como indica la normativa) estos espacios libres de tabaco estén señalizados como tales. Pues ni siquiera este elemental principio se cumple: en la mitad de las universidades y oficinas de turismo, en el 42% de las estaciones de bus y en el 25% de los institutos, autobuses urbanos, diputaciones o gobiernos, y estaciones de trenes, no hay señalización de que no se puede fumar. Y otro tanto ocurre en el 17% de los ayuntamientos y bibliotecas; y en el 8% de los hospitales, aeropuertos y gasolineras.

Otra iniciativa (aún no contemplada en la normativa) que puede reducir el consumo de tabaco en espacios protegidos es que no se venda este producto en sus instalaciones. Parece lógico que, no tratándose de un artículo de primera necesidad y siendo el tabaco de muy fácil adquisición en otros lugares, no se venda en los espacios libres de tabaco. Pero en todas las estaciones de tren y autobus visitadas, en todos los aeropuertos y en nueve de cada diez gasolineras y universidades se puede comprar tabaco. E incluso en el 13% de los pequeños hospitales y museos y en el 7% de los institutos.

Para realizar este estudio se visitaron 19 lugares públicos en los que está prohibido fumar en doce ciudades (Pamplona, Barcelona, Madrid, Málaga, Bilbao, Valencia, Alicante, Santander, Vitoria, San Sebastián, Oviedo y La Coruña). En la capital navarra fueron objeto de estudio, entre otros, el hospital San Juan de Dios, la Estación de Autobuses, la Estación de Tren, en el aeropuerto de Noáin.