«Espero que esto pueda ayudar, que mi testimonio llegue a gente y le haga a replantearse su conducta», dice Juan Carlos, ludópata en rehabilitación, tras descolgar el teléfono y pedir un pseudónimo para aparecer en este periódico. «Lo mejor que puede hacer una persona que tienen un problema con esto es buscar ayuda y no comérselo solo, porque es casi imposible salir por sí mismo. Necesitas de alguien que te escuche y entienda».

Seguir leyendo en publico.es