La ciudad de Nueva York emprende una acción legal contra siete grandes farmacéuticas y tres distribuidoras de medicamentos para que rindan cuentas por su responsabilidad en la epidemia de opiáceos que arrasa de manera indiscriminada por todo Estados Unidos. La mayor metrópoli del país busca una compensación de al menos 500 millones de dólares que utilizará para financiar su programa de choque.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que el primer objetivo de un gobernante debe ser «salvar vidas». «En la ciudad tenemos más muertes por sobredosis que por homicidios y accidentes de tráfico combinados», indicó, «cada día perdemos a tres o cuatro neoyorquinos por el abuso de opiáceos». «Es una epidemia que no distingue entre ricos y pobres. Lo más grave es que no para de crecer», explicó.

El demócrata insiste que esta crisis necesita una solución nacional, «pero no podemos quedarnos cruzados de brazos». La demanda, explicó, pretende así atacar a la raíz la epidemia. En este sentido señaló que las farmacéuticas promocionan medicamentos muy adictivos y espera que les fuerce a cambiar de conducta. «Alimentan la adicción porque saben que es un problema que se esconde», dijo.

Entre las siete compañías que se citan en la demanda se encuentran Teva Pharmaceuticals, Cephalon, Johnson & Johnson y Actavis junto a tres distribuidores de medicamentos. «Ponen a millones de estadounidenses bajo estas drogas y al mismo tiempo ganan miles de millones en el proceso», insistió Bill de Blasio, «llegó el momento de que pague y de hacerles responsable».

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