La ONU abre la puerta a una revisión del sistema mundial de control de drogas en la CND

La Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND) aprobó una resolución propuesta por Colombia, respaldada por 30 países, que establece un panel de personas expertas para revisar y proponer reformas al sistema internacional de control de drogas vigente desde hace más de seis décadas. Este panel, compuesto por 19 expertas independientes, tendrá dos años para elaborar recomendaciones destinadas a mejorar la implementación de las convenciones de drogas de 1961, 1971 y 1988.

La embajadora de Colombia ante la ONU en Viena, Laura Gil, destacó que su país ha sacrificado más vidas que cualquier otro en la guerra contra las drogas impuesta. «Queremos medios más efectivos para implementar el régimen global. Continuar haciendo lo mismo no nos lleva a ninguna parte».

Sin embargo, la resolución no fue adoptada por unanimidad. Estados Unidos, Rusia y Argentina votaron en contra, mientras que 18 países se abstuvieron. El delegado estadounidense expresó su preocupación de que cualquier cambio importante podría poner en riesgo la financiación de la comisión. Además, advirtió que el panel podría «desviar el debate más allá de Viena, introduciendo un proceso más politizado que socavaría el enfoque técnico de este organismo».

Este desarrollo se produce en un contexto de debate sobre la eficacia de las políticas de drogas actuales y su impacto en los derechos humanos y el desarrollo sostenible. La resolución colombiana podría ser el primer paso hacia una reforma significativa del régimen internacional de control de drogas.

Así, el panel de expertas, cuya composición incluirá representantes designadas por grupos regionales de la CND, el Secretario General de la ONU, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), tendrá la tarea de presentar sus hallazgos en las sesiones de la CND de 2026 y 2027. Se espera que este proceso integre perspectivas de salud pública, derechos humanos y desarrollo sostenible, áreas que han sido tradicionalmente marginadas en las discusiones sobre políticas de drogas.

La iniciativa colombiana refleja un cambio en la dinámica de las políticas de drogas a nivel internacional, desafiando el consenso tradicionalmente mantenido en Viena y abriendo la puerta a un debate más inclusivo y basado en evidencia.