Los problemas sociales que van apareciendo en los últimos años no evitan que el alcoholismo siga siendo una adicción de primer orden. Se trata de una situación que no afecta únicamente a la persona sino también a todo su entorno. Por eso existen grupos como Al Anon y Alateen que reúnen a familiares de alcohólicos por una parte y familiares menores de edad por otro, que funcionan en Eibar a través del grupo Arrate. Este colectivo celebra ahora su 31 aniversario y lo hace con una charla informativa en la que trata de difundir las consecuencias de esta problemática. «Queremos que venga la gente que quiera para conocer este problema, que no tengan ningún reparo» señalan desde la organización.

El médico Félix Zubia ofrecerá esta conferencia con apoyo audiovisual en la que tratará tanto el alcoholismo como las consecuencias para el entorno familiar.

En Gipuzkoa hay 17 grupos y en el caso del que trabaja en Eibar, el número de asistentes es fluctuante. «Es libre, aquí nadie ficha. Por eso el número de personas suele variar». El grupo se reúne los lunes y los jueves y pese a más de tres décadas de trayectoria, todavía se encuentran con personas que desconocen su existencia.

Si para un alcohólico es difícil reconocer la existencia del problema, lo mismo ocurre con los familiares. «Se empieza pensando que el problema es de él, pero con el tiempo nos damos cuenta de que es algo mucho más complejo que «dejar la botella»» señala una de las componentes del grupo. «Estamos distorsionados y necesitamos comenzar a hablar para salir de la niebla en la que estamos sumidos». No en vano, el alcoholismo de un familiar conlleva una disminución en las relaciones sociales por rechazo a compartir este problema.

«El mismo idioma»

El funcionamiento de Al Anon cuenta con una metodología a partir de serie de pasos. «Tenemos que aprender a vivir, porque la verdad es que nos encontramos muy pillados hasta que no empezamos a hablar» indican. La pérdida de amistades y el cierre a la relación con el entorno son algunos de los problemas que se repiten. «Te vas anulando y no quieres relacionarte con los demás, porque crees que eres el único que tiene un problema de este tipo».

Frente a ello, la participación en el grupo hace que se den pasos adelante para superar los efectos del alcoholismo en la familia. «Lo primero es sentirte comprendido en la sociedad. Cuando compartes, estás hablando el mismo idioma y te liberas de un peso».

Un paso difícil de dar está relacionados con la relación entre el familiar y el alcohólico. «Tienes que desprenderte de él y eso cuesta mucho». El conflicto entre la sensación de desatención y la necesidad de contar con espacio propio hacen que el apoyo del grupo cobre mayor importancia.