El presidente de Proyecto Hombre, Tomeu Catalá, con motivo de la celebración del decimosexto aniversario de la entidad, presentó ayer las actividades preventivas de consumo de drogas que se realizarán este año. El dirigente de la organización estuvo acompañado por los responsables de prevención y comunicación, Mar del Pozo y Lino Salas.

Catalá recordó ayer que durante los últimos tres años se ha aplicado un programa preventivo en centros de Secundaria llamado «Entre todos». Durante el curso pasado alcanzó los tres primeros ciclos de ESO. 4.000 personas acudieron con éxito a los programas desarrollados el año pasado.

La iniciativa para el presente año incluye un proceso de formación de 28 horas para profesores, homologado por la Conselleria de Educación, y el apoyo continuado a los docentes por parte de los especialistas de Proyecto Hombre. Los alumnos de los centros cuya dirección solicita tomar parte en la experiencia preventiva reciben información básica sobre las drogas más comunes (alcohol, sustancias de síntesis, cannabis y tabaco). Pero el propósito básico es, según Del Pozo, «desarrollar aptitudes y habilidades para la vida».

En las veinte horas de formación que se imparten en cada curso, también se abordan cuestiones como la autoestima, los valores, los efectos de la publicidad, la toma de decisiones o las alternativas de ocio, apuntó Del Pozo. El curso pasado, «Entre todos» se aplicó en doce colegios e institutos de Mallorca, seis de Ibiza y cinco de Menorca. Esto supuso la participación de casi 2.500 chicos y la intervención de 98 profesores formados específicamente. 291 padres y 402 personas acudieron a las charlas de Proyecto Hombre.

Otra de las iniciativas preventivas de Proyecto Hombre, puesta en marcha el curso pasado, fue el programa denominado «A tiempo», una escuela para padres y madres de chicos de entre 12 y 17 años que se han iniciado en el consumo de drogas o corren riesgo de hacerlo. Estos programas han logrado que se incremente en un 12 por ciento el número de chicos de entre 12 y 14 años que rechazaron las drogas cuando tuvieron oportunidad de consumirlas. Subrayó que un 45 por ciento de los padres participaron en las actividades.