En los últimos 15 años han salido al mercado diferentes tipos de productos para dejar de fumar. Entre ellos: parches, aerosoles, gomas de mascar, inhaladores, hasta caramelos.

Aunque tienen diferentes presentaciones, su método de acción es igual, todos fungen como sustitutos de la nicotina, es decir, proporcionan al cuerpo un porcentaje de la droga adictiva (nicotina), que hace difícil dejar el vicio, sin que el individuo someta al cuerpo a los otros químicos dañinos que se concentran en el tabaco.

Según el médico internista Evans Garay, hasta ahora estas terapias eran consideradas buenas en el sentido de que ayudan a aliviar los síntomas de la adicción para que la persona pueda concentrarse en abandonar por completo el cigarro.

Pero, dice el galeno, estos productos tenían un problema preocupante: seguían proporcionándole al cuerpo aquella sustancia altamente adictiva, parecida a la heroína, que con el paso del tiempo hace que la persona se haga presa del cigarrillo física y emocionalmente.

En este sentido, Garay informa que médicos y organizaciones panameñas, así como el Ministerio de Salud (Minsa), están a la expectativa de los resultados que tendrá Champix en Panamá.

Explica que es la primera píldora química, que no contiene nicotina, que desde hace un año se está mercadeando en Europa, casi toda Centroamérica, Sudamérica, Estados Unidos, Canadá y México, registrando el 70% de efectividad entre los que deciden esta vía como opción. «Estas cifras han sido verificadas y dadas a conocer por la Organización Mundial de la Salud».

En tanto, el gerente de la división farmacéutica de Pfizer en Panamá, Mario Meléndez, comenta que el medicamento –que posiblemente estará a la venta en el país para el mes de marzo– está siendo evaluado por la Dirección de Farmacias y Drogas del Minsa.

Argumenta Meléndez que Champix está basada en la droga conocida como vareniclina, que actúa sobre los receptores que estimulan el deseo imperioso de fumar y desatan el síndrome de abstinencia (temblores, malestar corporal, sudor frío, etc.) cuando se trata de dejar la adicción.

El químico César Ruiz señala que la vareniclina es un derivado de la citisina, un alcaloide extraído del árbol «Lluvia dorada» que tiene efectos farmacológicos similares a la nicotina.

«Ahora los científicos lograron procesar la hoja finamente para su fin, pero sus efectos están comprobados desde la Segunda Guerra Mundial cuando era utilizada por los fumadores para reemplazar los efectos del cigarro».

Meléndez indica que Pfizer invirtió unos 10 años de investigación desde el momento en que concibió la molécula contra el vicio, hasta practicarle todo tipo de pruebas en animales y humanos.

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