Todos sabemos a qué nos referimos cuando utilizamos expresiones como “peluco”, “talego” o “camello”. Incluso la Real Academia Española admite que se trata de “un reloj ostentoso”, “la cárcel o un billete de mil pesetas” e incluso que hablamos de una “persona que vende drogas tóxicas al por menor”. Son palabras que han acabado legitimándose por su uso y que forman parte de un lenguaje que el cine ha ayudado a popularizar. Sin embargo, tan sólo son pequeños referentes de una jerga que se asocia con un sector social muy determinado y vinculado, a menudo, con las drogas o la prisión. Desde PATIM, se han recogido casi un millar de estas palabras en un documento que acaba de publicarse bajo el título “Diccionario de argot de las adicciones”.

En este estudio se recogen expresiones que durante los últimos veinticinco años han nacido en la calle vinculadas a lo que durante mucho tiempo se han denominado grupos marginales. Francisco López y Segarra comenzó a recopilar datos en 1980, cuando estudiaba Criminología y Sociología en Madrid. El resultado es este monográfico que no pretende caer en dogmatismo pero sí mantener el rigor que acompaña a cualquier investigación.

El “Diccionario de argot de las adicciones” forma parte de la colección de monográficos Vuelos de Papel, que edita la Asociación PATIM. El próximo 16 de diciembre se presentará de forma oficial en la librería Babel de Castellón, a las 19.30 horas. La presentación correrá a cargo del director del Centro Penitenciario de Castellón, Antonio Carretero y el Taller de Formación Escénica, integrado por voluntarios de PATIM, realizará una pequeña actuación sobre el uso de las expresiones recopiladas en este estudio. Se han editado unos 2.000 ejemplares que se distribuirán de forma gratuita.