Actualmente, Pedro es conocido por haber declarado públicamente su adicción a las drogas y haber contado su proceso de rehabilitación. En este sentido, ha escrito varios libros, como «Mañana lo dejo», que ofrece conferencias para prevenir sobre las consecuencias del uso del alcohol y otras drogas entre los jóvenes; y ha participado en el programa «El Hermano Mayor», un reality en el que trata con adolescentes conflictivos y sus familias.

diarioDirecto: Actualmente te encuentras preparando la próxima temporada de tu programa «El Hermano Mayor», que se empieza a emitir en enero. Has comentado que quieres formarte más en este tiempo ¿qué estás haciendo?

Respuesta: Quería ponerme más en la piel de los adolescentes porque ahora ellos lo tienen todo más al alcance de la mano, en un clic, no es la misma adolescencia que yo tuve. Quería saber como piensan para tener más posibilidad de ayudarles y no caer en lo típico de los mayores de esto se hace así y ya está, tener más recursos, saber cómo piensan. Estoy informándome de los retos a los que ellos se enfrentan, de cuales son sus frustraciones y sus inquietudes.

dD: ¿Y cómo estás acercándote al mundo de los jóvenes?

R: Estoy con literatura, estoy hablando mucho con jóvenes, reuniéndome con ellos, y he hecho un programa de radio, que se titula «Pregúntale a Pedro», y que se empezará a emitir en septiembre en Radioenergia.es. Son siete u ocho chavales, que preguntan cosas…Ya no tengo tanto pelo (risas) pero me siento con ganas y me involucro con ellos. También hablo con los padres. A veces se rinden antes de tiempo.

dD: Has ofrecido varias conferencias ante muchos profesionales que trabajan con menores y que también sienten la frustración de verse como un último recurso cómo tú en tu programa de televisión y, como a ti te ocurre, a veces no consiguen los objetivos propuestos. ¿Qué les trasmites?

R: Creo que humildad, aceptar que no puedes ayudar a todo el mundo aunque pongas todo de tu parte y tengas los recursos y la formación adecuada. Y hay chicos que no se dejan ayudar. El esfuerzo debe ir para todos pero en estos casos pongo el ejemplo de un equipo: el entrenador les dice a todos lo que tienen que hacer y marca la estrategia pero no puede jugar el partido por ellos.

Pienso que los profesionales y yo en mi caso facilito herramientas a los chavales que no tenían antes, si las utilizan o no ya no depende de mí. Cuando trabajé como terapeuta del centro de adicciones yo les decía lo que yo hice para salir de las drogas pero no puedes obligar a nadie. Sería fantástico, igual que si los médicos pudieran salvarle la vida a todo el mundo pero no es así.

dD: Se esta hablando de la reforma de la ley de menores y hay cierta polémica con los últimos sucesos acaecidos, ¿Cuál es tu opinión en todo esto?

R: Quién debería hablar de esto son los letrados, los jueces, las personas que saben realmente de leyes. Yo lo que sí digo es que tiene que haber un trabajo desde casa, en las familias, en el colegio, en los institutos, en los barrios, por decirlo de alguna manera, conflictivos. Tiene que haber un trabajo de todos, pero lo que es más la reforma y si endureciendo penas va a ser mejor o peor habrá que preguntarse mejor o peor para qué; ¿para reinsertar o para castigar?, ¿para qué sirve meter a un menor en un centro? Lo apartas de la sociedad porque es un peligro, desde ese punto de vista muy bien pero luego ¿qué? Realmente no me quiero meter en estos temas, con el tiempo se verá. De lo que estoy seguro es que los delitos se van a seguir cometiendo y lo que de verdad es válido es prevenir, la prevención eficaz, no discursos a medias.

dD: Por último: ¿Qué destacaría de su trabajo con adolescentes?

R: Que son lo mejor, es el futuro, están llenos de energía y valores y de competencias. Lo que te pasa cuando eres adolescente es que no sabes para qué sirves. Si llega alguien y saca de dentro eso que eres, si te orientan, si conoces qué camino seguir, entonces al adolescente se le dibuja una sonrisa en la cara. Cuando tu a un adolescente le dices «tú vales» se le ilumina la cara, esa es la mejor recompensa en el trabajo con jóvenes.