En la nación suramericana, un consumidor de cocaína puede comprar un gramo del polvo blanco a tres dólares y un 20 por ciento de escolares ya consume drogas ilegales en su propio centro de estudios, informó el presidente de Devida (Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas), Rómulo Pizarro.

Asimismo, las denominadas drogas legales, el alcohol y el tabaco, provocan actualmente daño físico y mental en 331.298 escolares peruanos.

Pizarro agregó que, a pesar de que está prohibido vender alcohol a menores, se sigue expendiendo licor sin control y estimó que las autoridades del Gobierno central van a tener que coordinar con los alcaldes distritales para que los locales que incumplan las normas sean cerrados.

«Más de un millón de personas (adultos y menores en Perú) tiene un consumo problemático de alcohol», indicó.

El funcionario llamó la atención sobre el panorama que deben enfrentar los adolescentes más pobres del país, que caen en la adicción de las drogas y que no podrían pagar un tratamiento de rehabilitación que tiene un valor aproximado de entre 4.000 y 8.000 dólares mensuales.

En Perú, la mayor parte de consumidores habituales de drogas son menores de 25 años y la edad de comienzo está en los 12 años, época en que los adolescentes son inducidos generalmente por amigos del barrio para iniciarse en el vicio, agregó Pizarro.

«Lo importante acá es que estamos viendo que la lucha contra las drogas no se queda en la parte represiva, ni en el desarrollo alternativo, que también son una preocupación, sino que tenemos que ver la prevención, ahora que sabemos cómo caen los jóvenes en las drogas», expresó el funcionario.

La línea «Habla Franco», presentada por Pizarro, es gratuita, confidencial y operará en un principio 12 horas al día (de 9 de la mañana a 9 de la noche), de lunes a sábado, marcando el 0-800-44-400 en todo el territorio peruano.

Pizarro explicó que la instalación de la línea ha sido posible gracias a la cooperación belga, que financió su funcionamiento con 200.000 soles (unos 66.666 dólares), pero intentarán que las empresas de telefonía locales auspicien su mantenimiento en el futuro.

Según cifras ofrecidas por Pizarro, los cultivos de hoja de coca en Perú ascienden a 43.000 hectáreas, mientras que los sembrados legales suman 81.000 hectáreas, entre las cuales se encuentran los productos alternativos que Devida promueve para que los campesinos abandonen el círculo del narcotráfico.