Las distintas instituciones llevan a cabo programas de prevención de las drogas, encaminados en su mayor parte a los jóvenes. Pero todo es poco. Y es que, el hecho es que el consumo de estupefacientes se inicia cada vez antes. En los últimos tiempos, ha descendido el consumo de alcohol y tabaco, pero se ha incrementado, de forma preocupante, el de cannabis.

Los porros están a la orden del día entre los jóvenes. Recientemente se conocían los datos de la encuesta escolar que lleva a cabo, cada dos años, el Plan Nacional sobre Drogas, y se daban a conocer cifras del pasado año 2004. En opinión de los expertos, los datos son alarmantes, puesto que se ha incrementado muchísimo el consumo de cannabis. De hecho, el 36% de los jóvenes lo consume.

Los expertos que trabajan en la prevención de las drogodependencias aseguran que la edad de inicio baja, pero en consonancia con la sociedad en la que viven los jóvenes. La sociedad de consumo provoca que todo se haga cada vez antes: uso de móviles, diversos tipo de ocio, compra de ropa… y por supuesto, consumo de drogas. La disponibilidad es mucho mayor. Los chavales comienzan a fumar a los 12 años, a beber a los 13 años, y a consumir cannabis a los 14.

El consumo de pastillas ha descendido, probablemente por el miedo que infundieron noticias de intoxicaciones de jóvenes. Pero el hachis y el cannabis cuentan con una mayor aprobación social y no producen miedo. Algo que no debería ocurrir.

Los expertos recuerdan que el cannabis es un producto tóxico que afecta gravemente al desarrollo cognitivo de los jóvenes, que se encuentran en pleno proceso de formación. Parece claro que necesitarían mucha más información al respecto.

Se recuerda que, como últimamente se habla del cannabis como terapia para algunas enfermedades, los jóvenes creen que no es peligroso, porque se quedan sólo con la parte beneficiosa de la noticia. Por toda esa información que precisan, y por la necesidad de saber qué hacen sus hijos, parece que la responsabilidad de las familias debería ser primordial.

El consumo de cocaína también está siendo cada vez más elevado entre chicos y chicas muy jóvenes. De cada 20 casos de chavales, que se tratan en los centros de prevención y desintoxicación, uno está relacionado con la cocaína.