La demanda de tratamiento por parte de los adolescentes que consumen drogas ha crecido un 50 por ciento en los centros de Proyecto de Hombre durante el 2005, en comparación con el año anterior. Pero este dato puede reflejar también el aumento de la conciencia en relación con este problema y la necesidad de atajarlo cuanto antes por parte de los implicados y sus familiares, afirmó el presidente de esta ONG, Albert Sabatés, al presentar el Informe sobre la percepción de la familia ante el abuso de drogas de sus hijos adolescentes.

Sabatés quiso lanzar el mensaje de que «hay solución» y destacó el hecho de que un 34 por ciento de estos adolescentes atendidos, con edades comprendidas entre los 13 y 22 años, habían recibido tratamiento psicológico anterior. También subrayó que un 14,2 por ciento de ellos son inmigrantes, principalmente de Marruecos, Ecuador, Colombia y países de Este. Durante el año 2005 y en sus 200 centros, esta ONG atendió a 2.000 adolescentes y a 3.000 familias.
El perfil. El perfil del adolescente en tratamiento corresponde en el 81, 4 de los casos a una varón, frente a un 18,6 por ciento de mujeres, con una edad media de 18,2 años, según los datos de Proyecto Hombre.

Casi el 45 por ciento de todos ellos habían recibido con anterioridad algún tipo de tratamiento previo: un 34 por ciento, tratamiento psicológico; un 13 por ciento venían de centros específicos de drogodependencia, y un 10 por ciento recibieron tratamiento psiquiátrico.
Estos trastornos psiquiátricos y psicológicos suelen ser de ansiedad, estados de ánimo cambiante, depresión, algunos tienen problemas de esquizofrenia y/o falta de control de impulsos.

El 61,4 por ciento de los adolescentes que reciben tratamiento en Proyecto Hombre viven con sus padres y un 20 por ciento viven sólo con su madre, frente al 1,8 con el padre.
Los responsables de Proyecto Hombre destacaron también el hecho de que el 25,5 por ciento no tiene ninguna ocupación, ni estudia ni trabaja, y que un 46 por ciento de los que acuden a sus centros han abandonado los estudios. La edad media de abandono es además de 15,9 por ciento.