Identificar y tratar precozmente a los recién nacidos infectados por el VIH es crucial para prevenir que desarrollen sida, según concluye un estudio de la Stanford University (Estados Unidos) publicado en «JAMA».
La investigación muestra que aquellos niños que reciben uno o dos antirretrovirales dentro de los dos primeros meses de vida tienen menos probabilidades de haber desarrollado sida a los 3 años de edad que aquellos que tenían 3 o 4 meses cuando se inició el tratamiento.

Dados los resultados, la investigación pone de manifiesto la necesidad de iniciar cuanto antes el tratamiento antirretroviral en estos niños infectados.