La consideración de la cerveza simplemente como un producto “comestible” permitía, además, que se anunciase prácticamente sin cortapisas y que se vendiera sin límites horarios. Hasta ahora. El Parlamento ruso ha acordado incluir esta bebida en la misma categoría que el resto de productos con alcohol, dentro de una cruzada emprendida por el Kremlin para combatir un problema, el del alcoholismo, considerado “dramático”.

La nueva normativa ya ha pasado su primera lectura en la Duma, a la espera de su aprobación definitiva. “Es totalmente de justicia normalizar el mercado de la cerveza y considerarlo como alcohol para preservar la salud de nuestra población”, asegura Yevgeny Bryun, ministro de Sanidad ruso y especialista en abuso de drogas y alcohol. “Me quito el sombrero ante el Parlamento”, añadió.

La nueva legislación restringirá la venta de cerveza por la noche, la prohibirá en las inmediaciones de lugares públicos como colegios y limitará la capacidad de lazas y botellas a 0,33 litros, según informa The Daily Telegraph.