El Ministerio de Sanidad y Consumo pondrá en marcha este verano una “potente” campaña de sensibilización sobre los riesgos del consumo de drogas en la salud, dirigida a los jóvenes con el fin de evitar la canalización del consumo de sustancias como el cannabis o la cocaina asociado a fiestas y fines de semana, informa Europa Press.

Las campañas, dirigidas especialmente a los jóvenes, tienen previsto realizar actuaciones en distintos ámbitos como: la escuela para aportar educación e información a los niños con el fin de prevenir, reforzar comportamientos y corregir conductas; el ámbito sanitario para poder formar al personal de forma cualificada para la prevención, detección y tratamiento de este tipo de casos; y en el ámbito penitenciario especialmente para vigilar a aquellos presos que necesitan tratamiento.

La delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), Carmen Moya, advirtió que «acercarse al consumo de cannabis y cocaína es como jugar a la ruleta rusa, puedes quedarte enganchado», aunque aclaró que estas sustancias “no producen un deterioro físico tan evidente ni inmediato en los síntomas como la heroína”.

Hace casi 20 años, se asociaba el consumo de heroína con un consumidor “compulsivo, marginal, conflictivo y relacionado con la delincuencia, que generaba inseguridad ciudadana”, mientras que en la actualidad el consumo de heroína se presenta en un “papel más residual” y baja su consumo mientras que crece el de cannabis, cocaína, pastillas y alcohol.

La percepción social de las drogas ha cambiado ya que el nuevo consumidor es más joven y está integrado socialmente en el ámbito laboral o educativo. Del mismo modo ha bajado la percepción del riesgo de los consumidores ya que “jóvenes entre 14 y 18 años atribuyen mayor riesgo a fumar una cajetilla de tabaco que a consumir cannabis o cocaína de forma esporádica” por lo que parece que a ojos de la sociedad “el problema ya no existe”.

Las campañas que pondrá en marcha el Ministerio de Sanidad quiere destacar «sin alarmar, que el problema de las drogas sigue existiendo” aseguró Moya y añadió que en el consumidor de hoy en día «los efectos son más silenciosos, tarda más en percibirse la pérdida de capacidad de concentración o el fracaso escolar» además de abogar por romper con el mito de que el consumo moderado de cannabis o cocaína no perjudique la salud ya que “existe dos o tres veces más posibilidad de desarrollar esquizofrenia o problemas psicóticos por los consumidores que por los que no lo son”.

Ámbitos involucrados

Las campañas prevén incidir en el entorno educativo, familiar, sanitario y penitenciario. El Ministerio de Educación y Ciencia colaborará en el ámbito educativo ya que hay que “hacer hincapié en edades tempranas, antes de la adolescencia no solo hablando de drogas sino reforzando comportamientos y la personalidad de los niños para enfrentarse a los riesgos de la vida”, agregó. Por su parte, en el ámbito familiar, destacan la importancia de la comunicación y proximidad entre padres e hijos y “saber decir NO en determinados momentos”.

También tienen previsto reforzar la formación de drogodependencias de los profesionales sanitarios de atención primaria, pediatras y personal de enfermería con el fin de “acercarles los conocimientos para que puedan detectar situaciones de riesgo y enfrentarse a las mismas”. Asimismo, Carmen Moya apostó por reforzar las actuaciones en el ámbito penitenciario, especialmente en reclusos que necesitan tratamiento.