El Ministerio de Sanidad propone dentro de las medidas para reducir el consumo de tabaco un fuerte incremento de los impuestos que gravan este producto. Esta subida, que deberá ser estudiada por el Ministerio de Economía, iría acompañada de la exclusión del tabaco del índice de precios al consumo (IPC) para reducir el impacto en la inflación. Se trata de una de las medidas destinadas a evitar así que se desborde la inflación.

Ésta es una de las propuestas incluidas en el borrador del Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo y que ayer recordó la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, en un acto con motivo del día mundial Sin Tabaco que se celebra hoy y que tiene como lema «Deporte sin tabaco. Juega limpio».

El departamento que dirige Villalobos ha reiterado la necesidad de incrementar el precio del tabaco, por considerar que es una de las medidas más efectivas para reducir su consumo, algo por lo que también apuesta la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho, esta organización insiste en casi todos su informes sobre el tabaquismo en que unos precios elevados harían desistir a muchos jóvenes de fumar, así como la prohibición de vender cajetillas de diez cigarrillos y suprimir las máquinas expendedoras.

Estas medidas también las recoge el plan en el que trabaja Sanidad y que, según anunció Villalobos, se prevé que sea aprobado en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud del mes de junio. La ministra espera que las medidas que incluye ese texto, unas 300, se puedan empezar a poner en marcha en el segundo semestre del año, ya que muchas de ellas necesitan de cambios legislativos.

Además de las mencionadas, el plan propone aumentar la edad para comprar tabaco de 16 a 18 años y la necesidad de ampliar los espacios sin humo. En este sentido, Sanidad ha marcado unos plazos para eliminar por completo de todos los espacios el humo del tabaco. Para el próximo año se ha propuesto que nadie fume en los centros sanitarios ni educativos. En el 2005, en aquellos lugares donde se preste un servicio al ciudadano o bien se atienda al público. Y en el 2007, todas las empresas deberán garantizar un espacio sin humo, bien habilitando un lugar para los fumadores o implantando políticas que garanticen un ambiente sin humo para los no fumadores.

Estas medidas irán acompañadas de campañas informativas que pongan de relieve los graves perjuicios que ocasiona el tabaco en la salud, sobre todo, en los fumadores pasivos. Serán estos los principales protagonistas de las citadas campañas, junto a los jóvenes, con el objeto de que reclamen su derecho a respirar en un ambiente más saludable.

La ministra Villalobos adelantó ayer datos de la Encuesta Nacional de Salud del 2001(ENS), aún sin publicar, destacando el incremento del hábito de fumar en las mujeres (27,2% en el 2001, frente al 23% en 1987, año en que se realizó la primera encuesta). Según los datos extraíbles de la ENS, 55.613 personas murieron el año pasado a causa de enfermedades atribuibles al tabaco.