España se enfrenta a la mayor epidemia de cocaína. El Ministerio de Sanidad anunció ayer un plan de choque hasta el 2010 con un presupuesto de 20 millones de euros para abandonar el liderazgo mundial en el consumo de esta sustancia –por delante de EEUU y cuatro veces por encima de la media europea– que le atribuye el informe de la oficina de la ONU contra la Droga y el Delito. La ministra Elena Salgado matizó que el organismo internacional ha barajado datos de los diferentes países que se refieren a años distintos y que no en todos los casos pueden compararse, pero reconoció que el consumo entre la población de 15 a 64 años se ha duplicado desde 1999 y en el 2005 alcanzó el 3%, un porcentaje al que no llega ninguno del centenar de países analizados.

La titular de Sanidad también reconoció que el consumo de esta droga en España crece entre los jóvenes de 14 a 18 años. El año pasado afectaba nada menos que al 7,2% de esta población, lo que supone que casi 6.000 adolescentes la esnifan a diario. El informe de la ONU subraya que el 20% de adictos a la coca en Europa, es decir, 890.000 personas, son españoles.

CONTROL EN ASEOS

¿Cuál es la causa de este liderazgo? Sanidad lo liga a una mezcla de tres factores: gran permisividad, bajo precio y gran accesibilidad. El Gobierno no piensa actuar con respecto a la primera y cambiar la actual legislación, ni puede hacer nada contra el mercado ilegal que ha hecho que esta droga sea un 22% más barata que hace cinco años. También es un factor importante, contra el que viene luchando de antiguo, el hecho de que España sea «vía de paso» a Europa desde Latinoamérica y desde África.

La medida más llamativa de las 71 contempladas en el plan choque, centrado por primera vez en una sola droga y dirigido a la población de 14 a 18 años, pretende que bares, discotecas y otros lugares de ocio se involucren en la batalla contra la coca, donde los consumos son mayores. El Ministerio de Sanidad se dispone a firmar un convenio con la Federación Española de Hostelería.

Habrá cursos «breves pero intensos» de formación para camareros y otros empleados para que conozcan los efectos nocivos de la cocaína y ayuden a reducir su consumo en su medio de trabajo. También se prevé intensificar la vigilancia y el control en lugares como los aseos, donde se suelen esnifar estas sustancias, y poder detectar a los consumidores.

CERTIFICADO OFICIAL

El convenio busca convertir en espacios libres de drogas los locales de ocio, aunque Salgado aseguró que no se pretende que los camareros y los propietarios actúen como policías. «Está claro que a los empresarios les interesa tener unos locales libres de consumo. No se trata de que registren a nadie, dado que no son agentes de la autoridad; pero es una evidencia que hay locales en los que es más fácil el consumo, y se persigue que en todos sea más difícil», planteó la ministra.

La delegada del Plan Nacional Sobre Drogas, Carmen Moya, explicó que el Ministerio de Sanidad expedirá un certificado con la correspondiente placa para colocar en la entrada de Empresa libre de drogas para todos los locales que deseen cooperar con la medida.

El plan impulsará programas de prevención entre estudiantes y universitarios mediante las tecnologías de información más usadas por ellos (webs, SMS, foros, chats, Z-cards…) y distribuirá folletos en formatos atractivos para los jóvenes en los ambientes estudiantiles. Entre ellos la guía Rayas: el libro negro de la coca, que informará a jóvenes y adolescentes sobre riesgos, efectos y consecuencias del consumo.

Otras medidas para frenar el consumo entre los adolescentes son el desarrollo de programas de prevención a través de agentes mediadores juveniles y la formación específica de los profesionales sanitarios de atención primaria y urgencias. Cocaína: ¿Se lo vas a dar todo? será el lema de la campaña que Sanidad pondrá en marcha el próximo mes de julio y que persigue alertar a los ciudadanos de los riesgos sociales y sanitarios de la coca.

El plan prevé también una atención especial a los consumidores de crack, facilitando su acceso a los dispositivos asistenciales y promoviendo la formación de formadores en programas de reducción de daños entre los propios consumidores. Habitualmente los adictos a esta sustancia, excepto los que están en tratamiento con metadona, no entran en contacto con la red asistencia. Según Sanidad, los adictos a estas drogas presentan cifras bajas y estabilizadas, al contrario de lo que sucede en EEUU e Inglaterra.

LOS RIESGOS

«El consumo de cocaína está extendido en todas las edades, capas sociales y niveles educativos», resumió Salgado. «Estamos entre los grandes consumidores de cocaína desde los años 90 y lo cierto es que los efectos sobre la salud siguen siendo desconocidos y la percepción del riesgo sigue siendo muy escasa», destacó la ministra.

A falta de los resultados de un estudio clínico que se conocerán en julio, los responsables del Plan Nacional sobre Drogas subrayaron entre los principales riesgos la aparición de psicosis o paranoias, arteroesclerosis prematura, infartos de miocardio e ictus cerebrales. Según datos oficiales, la cocaína es la droga cuyo consumo genera más demandas de tratamiento clínico (46,95%) y de urgencias hospitalarias (54,8%).