La heroína sigue siendo la droga que más delitos empuja a cometer a aquellos que son adictos a ella, aunque el consumo de esta sustancia está en retroceso y en general los heroinómanos que entran en prisión son viejos consumidores que tienen delitos pendientes y cuya edad media se acerca cada vez más a los 40 años.

Así lo afirmó ayer el director general de Planificación y Atención Sociosanitaria de Castilla-La Mancha, José Luis López, que asistió en Toledo a la inauguración del V Encuentro Intercentros Penitenciarios.

Esta jornada tiene como fin reunir a todos a los profesionales que trabajan en los centros penitenciarios de Castilla-La Mancha en la atención a los drogodependientes, para tratar sobre el funcionamiento de los programas que se llevan a cabo en las cárceles regionales. Según explicó el director general de Planificación y Atención Sociosanitaria, todos los centros penitenciarios cuentan con grupos de atención a los drogodependientes, que se complementan con otros dos profesionales por prisión, un trabajador social y un psicólogo, del Programa de Intervención sobre Drogodependencias.

En concreto, López puntualizó que se llevan a cabo dos grandes programas, un Programa Libre de Drogas, en el que se ofrece ayuda médica y psicológica a los presos que quieran dejar de consumir estas sustancias, y otro programa de mantenimiento con sustitutivos a través de la metadona.

En este sentido, destacó que del total de 1.800 penados que hay en las cárceles de Castilla-La Mancha, más del 50 por ciento de ellos son drogodependientes y en su gran mayoría participan en alguno de esos programas.