“A pesar de la potencia y eficacia que tienen los tratamientos farmacológicos para el asma, aún existe un 30% de personas asmáticas que sufren síntomas frecuentes que limitan su calidad de vida. Esto se debe, fundamentalmente, al mal cumplimiento de la terapia por parte del paciente y a otra serie de factores asociados, como el hábito tabáquico, ya que aproximadamente 3 de cada 10 continúan fumando pese a su enfermedad respiratoria”, subraya el doctor Alfons Torrego, adjunto de Neumología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, con motivo del 43 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) celebrado el pasado viernes en La Coruña.

Asimismo, explica el doctor Torrego, “hay entre un 5% y un 10% de asmáticos que ni siquiera van a la farmacia a comprar el inhalador que necesitan y muchos estudios confirman que sólo la mitad de los pacientes realiza un cumplimiento adecuado de la terapia y llevan a cabo las pautas aconsejadas por el especialista”. En este sentido, añade, “el mal control del asma también se debe a que existen casos de personas con asma que no acuden a las consultas establecidas de seguimiento, continúan fumando o presentan factores asociados, incluyendo la depresión o la negación de la enfermedad, que dificultan enormemente su manejo”.

Beneficios de la terapia SMART

En este sentido, los expertos destacaron durante el congreso las ventajas de la terapia SMART (terapia de mantenimiento y a demanda para el alivio de los síntomas con Symbicort®, de AstraZeneca) ya que ofrece la oportunidad de realizar el tratamiento con un único inhalador. Además, “se ha visto que la posología SMART consigue disminuir las exacerbaciones del asma, así como mejorar el control diario y aumentar la calidad de vida, por lo que se considera un tratamiento adecuado para lograr el buen control de la enfermedad”, señala el especialista.

Por otra parte, el doctor Torrego afirma que existe un porcentaje de asmáticos, alrededor del 5%, que no están bien controlados porque presentan un “asma biológicamente grave”. “Estos pacientes, aunque sigan de forma adecuada su tratamiento y resto de pautas aconsejadas por el médico, por diferentes razones, responden de forma deficitaria a la terapia y necesitan acudir a centros especializados para poder ser controlados” concluye el experto.

No obstante, este especialista reconoce que, según algunos estudios, en determinados casos el mal abordaje del asma se puede deber a la falta de información que recibe el paciente por parte del profesional sanitario. “La educación al paciente es imprescindible y existen algunos datos que confirman que, pese a que el 70% de los profesionales conocen las normativas y las guías de manejo del asma, -aunque deberían ser el 100%-, sólo un 20% realiza una formación regular del paciente y sólo la mitad efectúa mediciones objetivas del nivel de control como las espirometrías”, manifiesta.