España ocupa el segundo lugar de la Unión Europea en consumo de cocaína, con un 4% de adultos jóvenes que asegura haber consumido esta sustancia en el último año, según datos puestos de manifiesto hoy en la reunión de los comisionados nacionales sobre drogas de la UE-25, que se celebra en Insbruck (Asutria).

La delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), Carmen Moya, explicó, en declaraciones a Europa Press, que en esta reunión se ha analizado la situación en la UE-25 en relación al consumo de cannabis y cocaína, así como aspectos vinculados con el tráfico de heroína hacia Europa, a través de la ruta de los Balcanes, procedente de Afganistán.

A este respecto, indicó que los Veinticinco han expuesto la necesidad de incidir en que la banalización de los consumos de estas drogas vaya desapareciendo, sensibilizar sobre lo que significa los hábitos de abuso de estas sustancias y su repercusión en la salud, y reforzar los tratamientos de deshabituación y la reinserción social de todas las personas que necesiten volver a normalizar su vida.

En cuanto a la cocaína, se calcula que 9 millones de europeos la han consumido alguna vez, lo que supone el 3% de la población adulta de la UE. Tras Reino Unido, España es el país de la UE-25 con mayor prevalencia en consumo de cocaína, aunque el crecimiento del mismo se estabilizó a partir de 2001.

A este respecto, Moya señaló a Europa Press la necesidad de fomentar la accesibilidad a dispositivos de deshabituación de consumo de cocaína, y dijo que en España cada vez hay más demanda de inicio de estos tratamientos, alcanzando el 26% del total de solicitudes de inicio de tratamientos de deshabituación de drogas, sólo por detrás de Países Bajos (38%).

Asimismo, la delegada del Gobierno del PNSD recordó que entre 1994 y 2004, el porcentaje de adolescentes entre 14 y 18 años que dice haber consumido cocaína alguna vez en el último año se multiplicó por cuatro, pasando del 1,8% al 7,2%. Además, destacó que el consumo de esta sustancia suele ir acompañado con el de otras como cannabis, drogas de síntesis y alcohol.

AUMENTO DE URGENCIAS HOSPITALARIAS.

En este sentido, advirtió que el consumo de cocaína, pura o asociada con otras sustancias, genera numerosos problemas de salud, como demuestra el hecho de que las urgencias hospitalarias por reacción aguda a drogas en las que se menciona la cocaína prácticamente se duplicó entre 1996 y 2002, pasando del 26% al 46%.

Por ello, reiteró la necesidad de que aumentar la percepción de riesgo en los ciudadanos por el consumo de cocaína, relacionada muchas veces con los fines de semana y las fiestas, de forma que «la banalización de su consumo vaya desapariciendo y se vaya tomando conciencia de las implicaciones que tiene en términos de salud».

En total, en 2002 se registraron en España 11.904 admisiones en centros de tratamiento por abuso de cocaína, de las que 7.125 lo solicitaban por primera vez. El resto (3.893) habían recibido tratamiento previo. Hace 10 años, las personas que solicitaron tratamiento por abuso o adicción a cocaína ascendieron a 1.299.

Los adictos a la cocaína que demandaron tratamiento en 2002 eran mayoritariamente hombres policonsumidores: en el 65% de los casos tomaban alcohol, cannabis en el 19%, heroína en el 12% o anfetaminas en el 6% y eran seropositivos en el 4% de los casos. La edad media cuando solicitaron tratamiento era de 28,7 años y llevaban consumiendo cocaína una media de 7,4 años.

CONSUMO DE CANNABIS ENTRE JOVENES.

En cuanto al consumo de cannabis, España ocupa el cuarto lugar de la UE-25, con un 17,3% de adultos jóvenes, por detrás de República Checa (22,1%), Francia (19,7%) y Reino Unido (17,3%). Según Carmen Moya, el mayor crecimiento del consumo de esta sustancia en España se produjo entre 1995 y 1999, y en más del 90% de los casos está asociado al consumo de alcohol, tabaco y, en menor proporción, cocaína.

No obstante, explicó que la sensación en todos los países de la UE es el incremento del consumo en la población joven. Así, en escolares con edades entre 15 y 16 años, el consumo más elevado durante el último mes se registró en España y Francia, con un 22%.

Según datos del PNSD, en 2004 se duplicó el porcentaje de adolescentes escolares que consumideron cannabis en los últimos doce meses respecto a 1994, situándose en el 36,6%. Por ello, la delegada del PNSD reiteró la importancia de «trasladar la sensibilización a los jóvenes que no tienen percepción de riesgo por consumir cannabis, que entraña riesgo para su salud».

Asimismo, recordó que el consumo abusivo de cannabis tiene tratamiento de deshabituación. En 2002, se recibieron 4.772 admisiones de tratamientos por cannabis, el triple que en 1996, lo que supone el 10,2% del total. La mayoría de estas solicitudes fueron realizadas por jóvenes entre 15 y 19 años, principalmente varones, con una media de 16,4 años.

En cuanto a la proporción de urgencias hospitalarias por reacción aguda a sustancias psicoactivas con presencia de cannabis, pasó de representar el 7,4% en 1996 al 22,8% en 2002.

Por último, Carmen Moya anunció que la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas presentará en breve sendos estudios clínicos sobre los efectos para la salud del consumo de cocaína y de cannabis. «Nuestro objetivo es lograr concienciar a todos los ciudadanos, y sobre todo a los más jóvenes, de que el consumo de estas sustancias, aunque sea con carácter esporádico, resulta perjudicial para la salud», concluyó.