Más de la mitad de los afectados por depresión en todo el mundo (y más del 90% en muchos países) no recibe tratamiento, según indica la OMS. Por ello, se trata de un problema serio que precisa soluciones, ya que alrededor de 800.000 personas se suicidan al año, siendo la segunda causa de muerte. Sin embargo, los tratamientos para luchar contra ella no siempre tienen por qué ser los tradicionales.

Las magic mushrooms u hongos alucinógenos han mitigado la depresión severa de una docena de voluntarios en un ensayo clínico, y por tanto han aumentado las esperanzas de algunos científicos de que las experiencias psicodélicas de los aztecas y del movimiento hippie podrían convertirse algún día en un tratamiento de medicina convencional.

Según un estudio publicado en la revista The Lancet Psychiatry, que se llevó a cabo a lo largo de dos años y que tuvo que luchar contra las estrictas restricciones normativas impuestas en torno al uso de este tipo de drogas, psilocibina, principio activo de los hongos, mejoró la depresión severa que sufrían 12 voluntarios durante tres semanas y hasta tres meses en cinco de ellos.

Sin embargo el Dr. Robin Carhart-Harris, autor principal de la investigación, insta a que la población no consuma este tipo de sustancias para tratar estos problemas por sí solos. «Las drogas psicodélicas tienen efectos psicológicos potentes y sólo se dan en nuestra investigación, cuando existen garantías, hay una estrategia cuidadosa y un apoyo terapéutico profesional» afirma el doctor.