El consumo de varias dosis de «éxtasis» durante una única noche es suficiente para que el cerebro sufra una lesión que, al cabo de los años, provoque algún trastorno neurológico grave, según una nueva investigación realizada en monos y publicada en la última edición de «Science».

El trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EEUU), consistió en el análisis de dos grupos de animales.

La primera parte del estudio se realizó en monos ardilla. Cinco de estos recibieron por vía subcutánea tres dosis de MDMA —llamado popularmente «extasis»—, de 2 mg/kg cada una, en intervalos de tres horas, según los científicos una dosis similar a la que consume una persona en el mismo plazo de tiempo.

Consecuencias

Uno de los simios desarrolló una hipertermia o golpe de calor y murió a las pocas horas de la administración de la última dosis de MDMA. Uno de los efectos más peligrosos del éxtasis en humanos es la elevación exagerada de la temperatura corporal.

Otro de los animales no pudo recibir la cantidad total porque, tras la segunda inyección, mostraba importantes alteraciones motoras. Los tres restantes toleraron la droga sin dificultades aparentes, pero el posterior análisis del cerebro reveló la magnitud del «daño silencioso» del éxtasis.

En la segunda parte del estudio, los investigadores provocaron el envejcimiento de otros cinco monos (babuinos) a través de la administración de un fármaco. A continuación, analizaron sus hablidades motoras antes y después de administrar tres dosis de MDMA por vía intramuscular.

A través de varias técnicas de análisis mediante imagen, los investigadores comprobaron el daño que provocaba el éxtasis en las neuronas productoras de dopamina (relacionadas con varios procesos cerebrales claves).

«El mensaje es claro», explica George A. Ricaurte, profesor asociado de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y principal autor del estudio. «El potencial neurotóxico del MDMA es alto, y el consumo de varias dosis de la droga, de forma secuencial, con fines recreativos puede tener graves efectos secundarios a largo plazo».