Investigadores del CEU-UCH han analizado el deterioro del tabaco rubio y negro en distintas condiciones de almacenamiento y cómo la fermentación incrementa sus efectos nocivos para la salud. Según los resultados obtenidos en su estudio, el tabaco debe considerarse un producto semiperecedero, con una vida útil, dependiendo de las marcas, de 3 a 6 meses, algo mayor en el caso del tabaco rubio que en el negro.

La institución académica explica que, tal y como ocurre con productos como los caramelos, chicles, vinos, sal o vinagres, el tabaco presenta en España un trato especial en cuanto a la indicación de fechas de duración o vida útil, de acuerdo con la Ley del Código Alimentario en la que está incluido.

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