Con un total de 16 votos en 23 senadores presentes en sala este martes a la tarde, se aprobó en Uruguay la normativa que prohíbe la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco. La polémica ley, propuesta desde la izquierda gobernante, también se votó en forma afirmativa (16 en 23) en su único artículo, para remitirla a la Cámara de Diputados.

La ley prohíbe desde el momento de su entrada en vigor todo tipo de publicidad y exhibición de cigarrillos en sus puntos de venta, de forma que estarán ajenos a la vista de los consumidores en todo el territorio nacional. El texto fue rechazado desde su conocimiento público por los propietarios de comercios afines a la venta del producto, pues entienden que hay otras formas y puntos de venta -por ejemplo ferias vecinales- a los cuales no llega ni llegará el control estatal.

Un 33% menos de consumo

La propuesta fue presentada por el senador de izquierda Luis Gallo, del gobernante Frente Amplio. «Hay sobradas razones de interés general para aprobar esta ley. Estamos protegiendo a generaciones futuras de la devastación del consumo del tabaco. Está plenamente probado el hecho de que el consumo o la exposición al humo del tabaco tienen consecuencias gravísimas para la salud. Esta política del gobierno ha tenido un alto impacto: la venta de tabaco cayó un 33%, en los jóvenes disminuyó el consumo del 30% al 13%, hay 450 infartos de miocardio menos por año y aun con la disminución del consumo aumentó la recaudación fiscal a US$ 300 millones en 2008″, indicó al fundamentar sus argumentos.

En las exposiciones de motivos de varios senadores que debatieron por espacio de cuatro horas en la Cámara Alta, se aludió al hecho de que la ley intenta evitar que los menores de edad accedan al mercado del consumo de tabaco, pues la exhibición y publicidad «estimula» el consumo.

Apoyo de la oposición

Desde la oposición también se escucharon voces a favor. El senador del Partido Colorado, Pedro Bordaberry -actual precandidato a la Presidencia de la República-, indicó a ELMUNDO.es que «es una cosa buena la política antitabaco del Presidente José Mujica, pero así como es buena la política antitabaco no es buena la política de la marihuana, pues vamos a terminar en un país donde no se fuma cigarrillos pero se fuma marihuana». Casualmente, la ley votada en Uruguay coincide con la entrada en vigor de la ley que regula el mercado del cannabis por parte del Estado, estableciendo -para muchos actores de la sociedad- una incongruencia.

De acuerdo a un estudio presentado por el Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo (CIET) en la Comisión de Salud del Senado que hizo público el matutino montevideano ‘El Observador’, el consumo de cigarrillos en Uruguay, que viene bajando desde 1999, se estancó desde 2010.

145 millones de cajetillas vendidas en un año

«Si se compara las ventas de 2013 con 1999, bajó más la venta de productos legales (en un 36,7%) que de los que ingresaron al país por contrabando (9,7%). El año pasado se comercializaron 27 millones de cajillas de cigarrillos ilegales. 15 años atrás se vendían 30 millones». Se establece que estas cifras contradicen el argumento de las tabacaleras que afirman que la política antitabaco incrementó el consumo de cigarrillos provenientes del mercado ilegal. En 1999, el mercado total de cajillas (legales e ilegales) era de 215 millones en Uruguay. En 2013, fue de 145 millones.

El Presidente José Mujica aludió al tema en su audición de Radio Uruguay, emitida horas después de haber mantenido un encuentro con su antecesor, el actual precandidato del oficialismo Dr. Tabaré Vázquez, también defensor acérrimo de esta política antitabaco. «Es obvio que el tema del tabaco preocupa a Vázquez como a nosotros, porque mueren ocho millones de personas por año a consecuencia de su consumo. Ninguna guerra cuesta tanto como este vicio, que es una de las adicciones más fuertes que la gente puede tener».