El Vicerrectorado de Alumnos y Asuntos Sociales ha iniciado los contactos con diferentes colectivos de la Universidad de Valladolid para aplicar la ley en vigor y prohibir el consumo del tabaco en el interior de sus instalaciones. El titular de este departamento, el profesor de la Facultad de Medicina Alfonso Carvajal, ha convocado una reunión para el próximo 15 de enero con los representantes del Gabinete de Prevención de Riesgos Laborales en la que se abordará, además, la puesta en marcha de campañas internas de deshabituación para alumnos, profesores y personal de administración y servicios de la institución académica.

Carvajal advierte que la intención «no es imponer», sino crear un clima favorable hacia esta campaña. Aún sin datos en la mano sobre la incidencia del tabaquismo en la UVA, el objetivo prioritario es hacer cumplir la normativa vigente.

En el caso de Castilla y León, la Ley de Prevención, Asistencia e Integración Social de Drogodependencias, en vigor desde el mes de marzo de 1994, establece en su artículo 26 la prohibición de fumar en los centros de enseñanza y sus dependencias.

Pasillos y cafeterías

El texto aprobado por las Cortes regionales no deja resquicios y libera del humo todos los espacios públicos, incluidas las universidades públicas. En este momento en despachos, cafeterías, pasillos e incluso en algunas reuniones que se celebran en la institución académica vallisoletana está permitido consumir tabaco, algo con lo que se quiere terminar de manera escalonada, ya que el Vicerrectorado de Alumnos y Asuntos Sociales no tiene un plazo concreto para culminar su objetivo. Alfonso Carvajal reitera que su intención es «lograr el mayor apoyo de la comunidad universitaria para avanzar en este compromiso».

Según los datos del estudio «El consumo de drogas en Castilla y León», referido al año 2000 y elaborado para la Consejería de Sanidad por los profesores María del Carmen del Río y Francisco Javier Álvarez, el 35,15% de la población de la región se declara fumador diario, el 5,5% ocasional, el 34,9% no fumador, mientras que el 24,2% asegura haber abandonado el hábito.

Reducción general

Si se cogen los tramos de edad correspondientes al alumnado, colectivo mayoritario en la universidad, los porcentajes son más altos en las personas tanto que fuman -entre el 33% (14-19 años) y el 42% (20-29 años)- y similares en las que no lo hacen, entre el 30,5% (20-29 años) y 38% (14-19 años). De todas formas, los autores del estudio destacan la clara tendencia descendente en el hábito tabáquico desde 1997, disminuyendo tanto las personas que fuman todos los días como aquellas que lo hacen de manera ocasional. Asimismo, se observa un incremento del 3,3% entre 1997 y el año 2000 de las personas que aseguran haber abandonado la adicción.

Iniciativas como la que prevé la Universidad no hacen sino cerrar más aún el cerco sobre un hábito que causa graves perjuicios sobre la salud y proteger la de los no fumadores.