Estados Unidos hará pública su colaboración en la vigilancia de las mercancías que pasan por el puerto de Buenos Aires. Los informes de las oficinas antidrogas norteamericanas señalan un aumento del tráfico de narcóticos que salen de la Argentina por vía marítima, por lo que el Gobierno decidió controlar de manera más efectiva ese sector comercial. Hoy se firmará un acuerdo con la embajada de los Estados Unidos para garantizar el chequeo de los contenedores portuarios.

Alberto Abad, titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), y Ricardo Echegaray, director de Aduanas, rubricarán con el embajador norteamericano, Lino Gutiérrez, la declaración de principios sobre la iniciativa de seguridad en contenedores, confirmaron voceros de la AFIP y de la embajada de los EE.UU. Ese entendimiento permitirá el apoyo económico, de información y equipamiento por parte de especialistas norteamericanos.

En el mismo acto, Estados Unidos oficializará la donación de un escáner para contenedores, según confirmaron fuentes de la AFIP.

El 14 de marzo último, LA NACION adelantó que una fuerza de trabajo de la Drug Enforcement Administration (DEA, la agencia antidrogas del gobierno norteamericano) actuará en forma combinada con el personal de Aduanas y la Prefectura para incrementar los controles en el puerto de Buenos Aires. El acuerdo que se firmará mañana ratifica esa intención oficial.

Como señal de la importancia que asignan los Estados Unidos a la lucha contra el narcotráfico por vía marítima llegará al país una de las máximas autoridades de Washington en la materia. El embajador Cresencio Arcos es el director de Asuntos Internacionales del Departamento de Seguridad Interior y en su agenda figuran como temas por tratar en la Argentina la seguridad en los puertos, la lucha antiterrorista, la inmigración ilegal y el control de fronteras.

La DEA ya colabora en una task force contra el narcotráfico junto con la Gendarmería en el norte del país, trabajo que a criterio de las autoridades norteamericanas da muy buenos resultados.

Licitación de escáneres

Otro gesto partió de la Argentina antes de la llegada del funcionario de la administración de George W. Bush. La semana última, la AFIP hizo público el llamado a licitación para «la adquisición de escáneres de contenedores y otros instrumentos relacionados, para la inspección no intrusiva de contenedores, cargas y vehículos en las áreas operativas de la Dirección General de Aduanas». El proyecto tiene cierta urgencia, tal como lo demuestra el hecho de que el 7 de junio, menos de un mes después del llamado a licitación, se abrirán los sobres con ofertas.

La Argentina no cuenta hoy con ningún equipo para chequear con rayos X el interior de los contenedores. Y la verificación al azar, tal como ocurría en Ezeiza antes del caso del contrabando de cocaína mediante un vuelo de Southern Winds, alcanza a una porción mínima del movimiento portuario de mercancías.

El Departamento de Estado norteamericano advirtió sobre el problema del narcotráfico en los puertos argentinos, en su documento de análisis mundial: «Basados en reportes de inteligencia, la información de la DEA indica que el método más importante para transportar drogas desde la Argentina es mediante los contenedores que pasan por el sistema marítimo argentino».

Una de las principales preocupaciones norteamericanas tiene que ver con la legislación del Mercosur, que impide la apertura de contenedores que salen de los países miembros del bloque y están en tránsito por la Argentina rumbo a Europa o los Estados Unidos. Aunque se instrumentó un sistema de seguimiento satelital para evitar desvíos, en los que se podría cambiar el contenido de la carga, sólo mediante los escáneres se podría verificar realmente el contenido.

Los aparatos para los que se llamó a licitación por parte de la AFIP tienen el mismo sistema operativo que los conocidos escáneres aeroportuarios, en los que una gama de colores específicos detectan la presencia de drogas o explosivos. Sin embargo, se trata de instrumentos de importante volumen físico con los que se puede radiografiar un contenedor sin desmontarlo del camión que lo transporta.

Los especialistas en la lucha contra el narcotráfico aseguran que el transporte naval es el mayor flujo de salida para las sustancias ilícitas, por el volumen que puede moverse en cada embarque. En los últimos meses empezó a vislumbrarse una tendencia mundial para poner el foco de la prevención del tráfico de drogas en medios marítimos. Por ejemplo, en estos días se desarrolla en Barranquilla, Colombia, una reunión sobre cooperación marítima y seguridad portuaria para el entrenamiento de investigaciones antidrogas en contenedores, que es promovida juntamente por la Organización de Estados Americanos (OEA) y Francia. La Cancillería envió representantes a un seminario con la misma temática que se realizó a principios de abril en Honduras.

La preocupación por el narcotráfico en las zonas portuarias llegó a la Argentina. El Gobierno tomó nota y aceptó la colaboración de los Estados Unidos para aumentar los controles en un área que aparecía desprotegida.