Los jóvenes son tan conscientes como la población adulta de que el alcohol puede crear adicción y el 75%, directamente, lo define como una droga más. Sin embargo, no perciben los riesgos del consumo excesivo, e incluso los menores de 25 años ven la embriaguez simplemente como un juego. Esta es una de las conclusiones de la ponencia presentada ayer en el foro interprovincial de alcohólicos rehabilitados sobre la base de una pequeña encuesta realizada por la asociación vallisoletana ARVA a 83 personas, en un arco de edades comprendidas entre los 16 alos 68 años. El 52% de los encuestados son jóvenes.

El estudio considera «especialmente preocupante» la percepción del alcohol que tiene este sector de población, «pues da la sensación de que están sumidos en una ignorancia profunda sobre el peligro que suponen las drogas; es muy alarmante ver el nivel de desconocimiento y, en definitiva, de desprotección de los más jóvenes ante los peligros del alcohol. Para ellos la embriaguez es un juego sin importancia». Por este motivo, se insiste en que «el alcohol debe ser tratado como lo que es, una droga peligrosa y, por tanto, no cabe la permisividad ni la complacencia, y tampoco apelar a tradiciones y costumbres».

Restringir el consumo

Sin embargo, y aunque en general la población identifica al alcohol como una droga que puede causar adicción, en el listado de sustancias peligrosas ocupa los últimos puestos. Los encuestados opinan que las sustancias de las que más difícil e desengancharse so, por ese orden, la heroína y la cocaína. El tercer lugar, si las respuestas son de mujeres, lo ocupa el alcohol, y si responden hombres, ese lugar lo ocupa el tabaco.

Los alcohólicos rehabilitados, ante esta situación, consideran que su postura «debe ser enérgica» y se muestran dispuestos a apoyar «las iniciativas que tiendan a restringir el consumo de bebidas alcohólicas, y especialmente en el caso de la juventud». Lo que ocurre, indican, es que la percepción es diferente porque «al contrario de otras enfermedades, el alcohol mata poco a poco a la persona; eso es lo que lo hace un enemigo social taimado y sumamente peligroso».

De las encuestas realizadas también se infiere que la sociedad tiene una opinión positiva sobre las personas que consiguen dejar el alcohol, y entienden que puede recuperarse con fuerza de voluntad (el 93%). También se considera que un ex alcohólico puede ocupar puestos de responsabilidad (un 74%), aunque la confianza de los encuestados, muy elevada en el ámbito laboral, desciende en el plano de las relaciones personales. A la pregunta sobre si un ser querido decide entablar o mantener una relación con un alcohólico rehabilitado el 49% contestan que «se sentirían preocupados y con miedo de que volviera a beber».

La edición número ochenta y tres de la reunión interprovincial, a la que asistieron cerca de medio millar de integrantes de diecisiete grupos y asociaciones afiliadas a FARCAL, se centró en analizar la opinión de la sociedad sobre los alcohólicos con la idea también de desmontar algunos tópicos que rodean esta enfermedad. En este sentido, Luis Matobella, vicepresidente de ARVA, incidió en que el alcoholismo es una enfermedad que afecta a personas de toda edad y condición, a pesar de que la mayoría de los encuestados tiene la imagen de que el alcohólico es un hombre de mediana edad, sin estudios, con poder adquisitivo medio, de carácter débil, que bebe solo y consume mucho y todos los días. «La gente no identifica al bebedor con el uso de otras sustancias tóxicas y es muy elevado el porcentaje (79%) que asocia el alcohol con la soledad», destacan los autores del estudio.

Este «retrato-robot» es rechazado por los miembros de las asociaciones de alcohólicos rehabilitadas «porque basta con mirar a nuestro alrededor para ver que hay de todo». De hecho, uno de los objetivos de la encuesta realizada es tratar de explicar la tendencia creciente de los últimos años por la que cada vez los jóvenes empiezan a beber a edad más temprana y lo hacen los fines de semana. En estas nuevas modalidades del consumo, solamente las mujeres encuestadas consideran más grave la ingestión de alcohol que fumar cannabis habitualmente los fines de semana.

El muestreo que ha servido de base a esta ponencia se ha realizado en la Universidad Autónoma de Madrid, en la Universidad Miguel de Cervantes de Valladolid, en el centro cívico Parquesol y en la Plaza Mayor de la capital vallisoletana.

Más información

  • Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Zamora (ARZA)
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