¿Por qué, a pesar de los esfuerzos, los programas de prevención aún fallan en demostrar su efectividad? La prevención de adicciones en España atraviesa un momento de transformación. Aunque existen estándares internacionales como el Currículum Universal de Prevención (EUPC) y las directrices de organismos como la UNODC, OMS y EMCDDA, los programas actuales aún enfrentan grandes desafíos: falta de evidencia científica, integración desigual de la perspectiva de género y escasa evaluación de resultados. El proyecto HIGIEA, impulsado por Episteme Social, busca cerrar estas brechas y mejorar la calidad de la prevención de adicciones mediante un enfoque mixto y multinivel.
En HIGIEA realizamos análisis cualitativos y cuantitativos, combinando entrevistas a 27 profesionales del área con un cuestionario que recogió 278 respuestas. Los resultados muestran debilidades estructurales, diferencias territoriales y un desfase entre las necesidades reales y las acciones implementadas.
La evaluación: una herramienta clave pero poco aplicada
Uno de los hallazgos más importantes es la necesidad de integrar la evaluación en todas las fases de los programas de prevención. Desde el diseño hasta la implementación, medir resultados no solo asegura la calidad, sino que permite ajustar estrategias en tiempo real. Sin embargo, la falta de recursos, formación y tiempo limita la aplicación de evaluaciones rigurosas.
Durante las entrevistas, identificamos las preocupaciones del sector con herramientas como el análisis de nubes de palabras. Los conceptos más recurrentes se presentan a continuación y reflejan la necesidad de intervenciones más eficaces y adaptadas a las demandas actuales.
Tres fases críticas de los programas de prevención
En nuestro análisis identificamos tres grandes fases en los programas de prevención y encontramos que la evaluación de resultados e impacto es la etapa más desafiante. Además, la frecuencia con que se ejecutan tareas clave influye en la percepción de su dificultad en cada fase.
- Conceptualización y diseño
Diseñar un programa efectivo implica superar retos como garantizar la sostenibilidad y planificar evaluaciones detalladas. Tareas como definir objetivos o identificar poblaciones objetivo son accesibles, pero otras, como integrar la perspectiva de género desde el diseño, requieren más atención técnica.
«Estamos reproduciendo los mismos errores que en los 80. Nos centramos en la sustancia, no en la motivación.» (0327)
- Implementación
En esta fase, asegurar financiación, coordinar equipos y adaptarse a los cambios son tareas frecuentes y complejas. El monitoreo con perspectiva de género es una asignatura pendiente que refleja la necesidad de formación práctica en este ámbito.
«Creo que todavía estamos un poquito en pañales en este sentido. No tenemos las gafas todavía puestas para mirar más allá de lo obvio de lo que hemos hecho hasta ahora y nos cuesta detectar necesidades con perspectiva de género.» (0108)
- Evaluación de resultados e impacto
Evaluar los efectos de las intervenciones es crítico para garantizar un impacto tangible, pero la falta de herramientas y formación dificulta este proceso.
«A lo mejor en un país como este no necesitamos 186 programas preventivos en la escuela, a lo mejor nos bastaría con 15 o 20, eso sí, que hubieran demostrado con procedimientos científicamente idóneos que son capaces de conseguir resultados positivos.» (0320)
Fortalezas, debilidades y recomendaciones
Los programas de prevención muestran compromiso técnico y avances en la definición de objetivos. Sin embargo, persisten debilidades como la falta de formación en perspectiva de género y análisis de datos, ausencia de herramientas de evaluación sistematizadas y sobrecarga de trabajo en los equipos técnicos. Además, es fundamental fortalecer la colaboración entre familias, escuelas y organizaciones locales.
Recomendaciones clave:
- Evaluación transversal. Incluirla desde el diseño con indicadores de género e interseccionalidad.
- Formación continua. Programas especializados y acreditaciones para profesionales.
- Sostenibilidad financiera. Esquemas plurianuales y alianzas público-privadas.
- Adaptación local. Estándares internacionales ajustados a cada contexto.
- Tecnología aplicada. Herramientas digitales para facilitar el análisis de datos.
El proyecto HIGIEA ofrece una base para diseñar políticas inclusivas y basadas en evidencia, promoviendo un sistema preventivo de calidad y equidad.