En junio de 2024 se presentó el estudio «Fentanilo en España. Evidencias, percepciones y realidades». El estudio fue financiado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas en la convocatoria de ONG de 2023. En la presentación contamos con las palabras inaugurales del Dr. Joan Ramon Villalbí, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Así como, de Ernest Robelló, director del programa CADAP 7 sobre políticas de drogas en Asia Central, que explicó el estado del arte en Afganistán y los países limítrofes. Finalmente, el autor del estudio y la pluma que firma este escueto texto expuso los resultados más destacados. La conclusión del estudio «Fentanilo en España. Evidencias, percepciones y realidades» es que España no sufrirá una crisis de salud pública provocada por fentanilo u otros opioides sintéticos. Tampoco se cumplirá la hipótesis de la sustitución de la heroína por el fentanilo. Los motivos de tal conclusión son cuatro.
- La heroína producida con opio afgano continuará abasteciendo los mercados europeos de drogas. Las reservas de heroína, producto de las excepcionales cosechas anteriores a 2023, permitirán proveer a Europa al menos hasta octubre de 2025. Más allá de las existencias, Afganistán no puede sobrevivir sin los ingresos derivados del opio. A pesar de la prohibición talibán, la terrible crisis económica, la situación humanitaria, la hambruna, el alto precio del opio, la corrupción, la desfragmentación del poder y, sobre todo, las discrepancias internas de los talibanes hacen insostenible la prohibición.
- El fentanilo y sus análogos de producción ilícita han estado y estarán ausentes, más allá de la anécdota, de los mercados españoles. A nivel mundial, los fentanilos están en franco retroceso, debido tanto al proceso de fiscalización internacional como a la prohibición de China en 2019.
- El volumen y las características de la demanda de opioides hace inviable una crisis de salud pública. España cuenta con unas escasas sesenta mil personas consumidoras habituales de heroína. El perfil hegemónico es el de persona policonsumidora con una gran capacidad de resistencia. En caso de aparición de opioides sintéticos, las personas consumidoras podrían reemplazar la heroína por otras sustancias, desde benzodiacepinas hasta metanfetamina.
- En el caso que los fentanilos fuesen una realidad, la poderosa red española de atención a las adicciones podría ofrecer respuestas eficaces, efectivas, eficientes y de calidad a la amenaza. Los tratamientos sustitutivos de opioides con metadona y buprenorfina, la disponibilidad de naloxona en diferentes presentaciones, unos profesionales altamente cualificados y una red de recursos distribuidos territorialmente son el mejor garante ante cualquier amenaza de opioides sintéticos o de cualquier otra sustancia.
El primer motivo para aseverar que España estará libre de fentanilos, fue apuntalado el 27 de noviembre de 2024, cuando la UNODC presentó los resultados del informe anual sobre el cultivo de opio en Afganistán. Según la UNODC, en 2024, Afganistán cultivó 12.800 hectáreas de opio. Esto es el 19% más de tierra cultivada que en 2023 (10.800 hectáreas). El aumento del cultivo de opio en 2024 en comparación con 2023 es producto de varios factores:
- La crisis económica y el drama humanitario: el opio constituye el principal sustento económico y el principal producto de exportación de Afganistán. Históricamente, la economía del opio ha representado entre el 9 % y el 15 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Desde la caída de Kabul, el país enfrenta una profunda crisis económica y constantes violaciones de derechos humanos, especialmente hacia mujeres y niñas. En el informe de fentanilo afirmaba «los agricultores afganos en otoño de 2023, momento de plantar la cosecha de 2024, se situaron en la tesitura de acatar la prohibición talibán y continuar en la inopia o desafiarla y alimentar a sus familias». Queda acreditado que bastantes agricultores han desafiado la prohibición.
- El alto precio del opio: El precio del opio representa un incentivo significativo para desafiar la prohibición. Tras la cosecha de 2020, cuando el mundo enfrentaba la pandemia de COVID-19, el coste del opio alcanzó mínimos históricos. El precio medio en Afganistán se ubicó en 42 dólares por kilogramo de opio seco. En 2021, el kilogramo llegó a los 63 dólares. En 2022, ascendió a 219 dólares. En junio de 2023, no había ninguna región donde el kilogramo se vendiera por menos de 300 dólares. La media afgana en junio de 2023 era de 408 dólares por kilogramo de opio seco. En agosto, en el sur de Afganistán, el kilogramo se comercializaba a casi quinientos ochenta dólares. Según el informe de la UNODC, los precios del opio seco se estabilizaron en 2024 a unos 730 dólares americanos por kilogramo, que son significativamente más altos que el promedio de antes de la prohibición. Estos precios altos han incentivado a los agricultores a retomar el cultivo de adormidera.
- La dimensión multiétnica. Afganistán es un país con gran diversidad étnica, lingüística y cultural, donde se hablan cuarenta lenguas. Las diferencias étnicas influyen en la efectividad de la prohibición talibán del opio, ya que cada etnia tiene intereses particulares en su cultivo, a menudo con una fuerte dependencia económica. La prohibición difícilmente puede cambiar estas prácticas ancestrales de subsistencia. Si fue efectiva en 2023, se debe más a los intereses económicos de los líderes étnicos y regionales en vender el opio a alto precio, que a la intención prohibicionista de los talibanes.
- Aumento geográfico en el cultivo: En 2024, hubo un cambio geográfico notable en las áreas de cultivo. La mayor parte del cultivo de adormidera, que históricamente se realizaba en las provincias del suroeste, se trasladó al noreste, particularmente en la provincia de Badakhshan, donde se concentra el 59% de todo el cultivo.
Esta combinación de factores ha contribuido a que el área bajo cultivo de adormidera aumente en un 19%. En definitiva, el opio vuelve, ni que sea tenuemente, a resurgir en Afganistán. Este escenario garantiza a los mercados europeos el acceso a la heroína y aleja aún más las nubes negras de una crisis de salud pública por fentanilo.