El consumo de drogas, legales e ilegales, es un tema en torno al cual en nuestro país existe una gran preocupación social. El uso y abuso de las drogas representa un problema grave, capaz de producir importantes alteraciones de la salud y problemas sociales. Las conductas adictivas suponen un gran impacto no sólo en las vidas de los afectados y sus familias, sino en toda la sociedad. En consecuencia, la intervención en este campo constituye una necesidad incuestionable e incide de manera fundamental en la calidad de vida de los pacientes, de su entorno y de toda la comunidad.

¿Por qué consumimos drogas?

El consumo de sustancias psicoactivas es una forma de comportamiento humano. Suele ser en la adolescencia y en la primera juventud donde los amigos influencian en mayor grado a la persona. En este sentido, el grupo de amigos cada vez va cobrando más importancia en la vida del adolescente al mismo tiempo que las relaciones con los padres se van haciendo más débiles con el desarrollo de una mayor independencia. El joven necesita su grupo, ya que a través de éste forma sus valores personales. Los factores personales, los factores del entorno próximo y las influencias ambientales globales se relacionan con el consumo de drogas.

  • Factores personales: existen rasgos de la personalidad que hacen más vulnerable a unos sujetos que a otros para el inicio del consumo de sustancias psicoactivas, aunque tampoco se puede afirmar que exista una personalidad propia del drogodependiente.
  • Factores del entorno próximo: el joven está continuamente expuesto a modelos que presentan una conducta adictiva. Por imitación se puede adoptar la tendencia a consumir drogas.
  • Factores ambientales globales: existe un hábito muy extendido que consiste en medicarse por cualquier tipo de dolencia o problema. La pastilla se convierte así en la solución mágica para resolver todo tipo de problemas. El drogodependiente es siempre víctima de una situación social determinada. En este sentido, algunas personas generalizan el culto del fármaco al uso de las drogas.

    El psicólogo ante el campo de las toxicomanías

    Tras una primera etapa en la que especialistas de diferentes disciplinas abordaban esta situación desde sus ámbitos de actuación, se vio necesario que los diferentes profesionales compartieran sus experiencias y saber hacer para abordar, desde un ámbito más interdisciplinar, las drogodependencias. Así, el psicólogo cada vez juega un papel más importante en la intervención en drogodependencias. Si describimos a grandes rasgos las características para llevar a cabo una buena práctica profesional en el ámbito de la intervención en drogodependencias, deberemos tener en cuenta que es necesario:

  • Un equipo multidisciplinar
  • Trabajar sobre problemas concretos
  • Establecer relaciones con la comunidad, con sus técnicos y políticos, y hacerles ver la importancia de este tipo de intervención (en ocasiones, son estos actores los que incapacitan una buena puesta en marcha de estos programas)
  • Adaptarse y resolver los problemas que surgen en torno a los presupuestos y cambios institucionales que afectan a los programas de intervención
    Como hemos visto, la cuestión del consumo de drogas es un problema que implica a toda la sociedad y como tal no está exento de actitudes, valoración o corrientes de opinión. El psicólogo que trabaja en esta materia debe tener en cuenta varias premisas:

  • La drogodependencia es un fenómeno dinámico, por lo que está sujeto a cambios y modificaciones. El psicólogo debe estar atento a la evolución del problema.
  • El conocimiento sobre el caso en el que se trabaja debe ser concreto. El psicólogo no puede trabajar en abstracto.
  • El terapeutra desempeña un papel fundamental, por lo que no puede implicar en el encuadre terapéutico problemáticas o actitudes personales contrarias a los objetivos de la terapia.
    Ejercer como psicólogo en cualquiera de los niveles de la intervención en drogodependencias (planificación, prevención, atención, investigación, etc.) viene condicionado por:

  • El marco institucional en el que se trabaja (si la institución es pública o privada, el marco ideológico, el tipo de financiación, etc.)
  • La finalidad del programa (sobre qué campo se trabaja y su objetivo)
  • El marco multidisciplinar (la experiencia del equipo, los intereses corporativistas, la dinámica grupal, etc.)
    El campo de la intervención en drogodependencias supone una vía de acceso a la práctica profesional para muchos psicólogos, ya que los diferentes ámbitos de atención sanitaria, tanto públicos como privados, necesitan profesionales cualificados en este campo a fin de prevenir, realizar intervenciones y dar apoyo tanto a los pacientes afectados como a sus familias.

    Firmado: ISEP Instituto Superior de Estudios Psicológicos

    Opinión publicada en: www.isep.es