El reciente estudio «Impacto del consumo de tabaco sobre la mortalidad en España en el año 2012», elaborado por un grupo especializado de epidemiólogos e investigadores españoles coordinados por Eduardo Gutiérrez Abejón, revela cifras sorprendentes: casi 166 personas murieron en 2012 cada día por culpa del tabaco, de las cuales 44 eran mujeres (*). 44 mujeres cada día, no cada año. 2012 es el año más reciente para el que están disponibles estadísticas detalladas que faciliten el cálculo, y no es de esperar que haya habido mejoría significativa en 2015, sino todo lo contrario vista la tendencia. Aunque en el caso de los varones la epidemia tabáquica tiende a disminuir, lamentablemente entre las mujeres esto no ha sido así, y es previsible que la mortalidad siga subiendo los próximos años. Lo ha señalado reiteradamente el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, una entidad que reúne a las 40 sociedades científicas y médicas más prestigiosas de España, y explicado recientemente su presidente: «Lo que está claro es que la mortalidad seguirá subiendo, al menos en el caso de las mujeres», ha apuntado Rodrigo Córdoba.

El titular de este artículo pretende ser una llamada a las conciencias y a la movilización. Si, justamente, las decenas de mujeres víctimas de violencia machista merecen un seguimiento individualizado y el repudio y la movilización ciudadanas, desde el interés por la preservación de la vida en general y de la de las mujeres en particular, no podemos seguir tolerando esta sangría silenciosa con el nivel de anestesia social con que lo estamos haciendo. Algunos mantienen lucrativos negocios vendiendo, especialmente a las más jóvenes, dependencia y cáncer disfrazados de igualdad, modernidad y sofisticación. En la sensibilización y movilización social ante el tabaquismo se ha andado un gran trecho, pero datos como este nos muestran claramente la enormidad del camino aún por recorrer.

Como organización comprometida en la atención a las víctimas de la violencia machista conocemos bien el alcance de esa tragedia. Y nos congratulamos del nivel de conciencia ciudadana logrado en los últimos años al respecto. Como organización también comprometida con la protección de la salud y en la lucha contra las drogodependencias con perspectiva de género, creemos que es nuestra obligación levantar la voz para hacer visible tanto dolor ignorado y oculto. Aquí es necesario que cada cual se movilice desde lo personal, profesional y colectivo en función de sus posibilidades. Porque muchas decenas de miles de mujeres, y desde luego también algunas más de hombres, se lo merecen.

(*) Impacto del consumo de tabaco sobre la mortalidad en España en el año 2012. Eduardo Gutiérrez-Abejón, Javier Rejas-Gutiérrez, Paloma Criado-Espegel, Eva P. Campo-Ortega, María T. Breñas-Villalón, Nieves Martín-Sobrino. Medicina Clínica, Vol. 145. Núm. 07. Octubre 2015