Los nitazenos en España. Situación actual a mayo de 2025
En Episteme Social, la irrupción de los nitazenos en Europa nos sorprendió investigando sobre el fentanilo. Investigación que culminó con el informe «Fentanilo en España. Evidencias percepciones y realidades». Las pesquisas del estudio nos llevó a formular la hipótesis que, en Europa, y por extensión España, era más probable una crisis de salud pública por nitazenos que por fentanilos. El motivo principal es que en la red oscura era más factible comprar nitazenos que fentanilos. Esta hipótesis nos animó a solicitar financiación a la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, en la convocatoria de ayudas a ONG para programas supracomunitarios sobre adicciones de 2024. La finalidad era realizar el estudio para evaluar la amenaza de los nitazenos en España. El producto principal es el informe titulado «De los fentanilos a los nitazenos. Estudio de la amenaza de los nitazenos en España».
Los opioides de benzimidazol, también llamados nitazenos, son una clase de opioides sintéticos con una estructura benzimidazol. Sintetizados por primera vez en la década de 1950 por CIBA Pharmaceuticals cuando buscaba alternativas a la morfina. Los nitazenos son agonistas selectivos del receptor opioide µ (mu). A grandes rasgos, pueden presentar una potencia hasta varios cientos de veces mayor que la de la morfina. Su potencia hace que sean comparados con el fentanilo, aunque carecen de relación estructural. Nunca se han utilizado en la medicina clínica debido a su considerable riesgo de sobredosis. Esto hace, a diferencia de los fentanilos, que sean imposibles los desvíos de fármacos a los mercados informales.
El objetivo principal de nuestro estudio es «analizar la amenaza que representan los nitazenos para España». Después de realizar una exhaustiva revisión de la literatura científica y gris y de realizar dieciocho entrevistas a profesionales, podemos concluir que aún es más probable una crisis sanitaria provocada por los nitazenos que por los fentanilos. El principal motivo es que las grandes bandas criminales carecen de interés por los opioides sintéticos, entre ellos los nitazenos, debido a que los consumidores demandan heroína. Las existencias de heroína en Afganistán, aunque inferiores a las de años anteriores, son suficientes para abastecer los mercados europeos. Esto no es óbice de que, en España, al igual que en otros países de nuestro entorno europeo, pueda aparecer algún brote de sobredosis derivado de las adulteraciones de ciertas drogas con nitazenos. De momento España ha estado libre de cualquier emergencia sanitaria inducida por los nitazenos. Pero esto no significa que producto de la oferta de nitazenos en la red oscura, estos opioides sintéticos puedan aparecer en cualquier momento.
A partir de 2021, pero muy especialmente a partir de 2023, en diferentes puntos de Europa, a tenor de diferentes brotes de sobredosis entre consumidores y consumidoras de heroína, los nitazenos irrumpen de manera inusitada en la escena de las políticas de drogas. A partir de ese momento, los brotes de sobredosis en múltiples puntos de Europa, a priori sin ninguna conexión aparente, son frecuentes. Por aquel entonces, las agencias nacionales e internacionales mantenían un especial seguimiento al fentanilo y a sus análogos. La crisis de opioides en Estados Unidos, y el casi millón de muertos así lo justificaba. La aparición de los nitazenos como adulterante en partidas de heroína de baja calidad o en fármacos falsos, representaba una nueva amenaza a la Salud Pública y un nuevo reto para los gestores y profesionales del ámbito de las adicciones.
En diferentes puntos de Europa, como el Reino Unido e Irlanda, los vendedores de nivel medio o bajo del escalón de la cadena de distribución disponen de una heroína de muy baja calidad. A fin y efecto de mejorar su potencia, se les ocurrió comprar nitazenos en la red oscura. La finalidad era emplearlos como adulterantes y así obtener una heroína, a priori, de mayor calidad. Los resultados de esta estrategia han sido desastrosos porque han provocado brotes de sobredosis, con las consecuentes muertes asociadas. Además, las personas consumidoras demandan heroína, y los efectos de los nitazenos, más allá de algún rara avis, son despreciados tanto por sus efectos como por el escaso margen de seguridad que presentan. Por tanto, la detección de los nitazenos en España, ahora por ahora, solo puede ser el resultado de algún vendedor que con la peregrina idea de dar mayor potencia a la heroína termine provocando decenas de sobredosis.
En definitiva, la amenaza de los nitazenos, en mayo de 2025, para la salud pública española es relativamente baja. La principal amenaza para España es que algún traficante de pequeña escala pueda adulterar una partida de heroína con nitazenos. De momento carecemos de antecedentes. Y, este escenario se presenta remoto, a la vista de los acontecimientos sucedidos en Europa, y de no disponer tampoco de ningún antecedente con los fentanilos. Debemos mantener los sistemas de vigilancia para poder dar respuesta a su hipotética irrupción. Es más, algunos recursos, de manera más o menos formal, se han dotado de protocolos para el abordaje, en primera instancia de las sobredosis de fentanilo, y en los últimos meses de nitazenos. Otra vez más, como en cualquier estudio sobre la amenaza de alguna droga que se realiza en España, concluye indudablemente que España disponemos de una excelente red de atención a las adicciones. En caso de la llegada de los nitazenos, no cabe duda de que los brotes de sobredosis, y más las mortales tendrían menos impacto que en otros países de nuestro entorno europeo.
Los nitazenos han protagonizado una potente atención profesional debido a su peligrosidad. Los nitazenos han provocado en brotes de sobredosis en diferentes países europeos. En España, por el momento, no se ha producido ningún brote de sobredosis ni ninguna muerte asociada a los nitazenos. Por tanto, concluimos que la amenaza de los nitazenos en España es relativamente baja, por los siguientes cuatro motivos.
El primero. Algunas voces han apuntado que ante la escasez de heroína afgana los nitazenos, a falta de fentanilos, serían los opioides sintéticos llamados a llenar el nicho de mercado. La heroína afgana continúa abasteciendo los mercados de drogas europeos. En 2024, la cosecha aumentó un 20 % respecto 2023. Y, en el caso que Afganistán dejase de abastecer Europa de heroína, otros países como Birmania o Pakistán se convertirían en los productores de cabecera. Mientras haya heroína en los mercados españoles, las personas consumidoras de opiáceos desestimarán, en su inmensa mayoría, experimentar con opioides sintéticos. Por el momento, la oferta de heroína en España se mantiene estable y no parece haber indicios de que desaparezca.
El segundo. En Europa, los nitazenos se han empleado como adulterante especialmente de heroína y de pastillas falsas de benzodiacepinas u otros fármacos. En España, por el momento carecemos de cualquier evidencia de adulteraciones de heroína u otras drogas con nitazenos. Las adulteraciones de heroína con nitazenos son más probables, pero es casi imposible que detectemos nitazenos en fármacos falsos porque no existe demanda, y por extensión mercado, de fármacos falsos. Esta situación nos permite ser relativamente optimistas. España por el momento no ha sufrido ningún brote de sobredosis. A la vista de los acontecimientos en Europa, donde las sobredosis con nitazenos son cada vez menos frecuentes, podemos afirmar con cierta cautela, que el riesgo de un brote de sobredosis con nitazenos en España es cada vez menos probable.
El tercero. En Europa, durante estos meses de 2025 los brotes de sobredosis por nitazenos han disminuido. Nuestra hipótesis es que los traficantes de bajo nivel están abandonando los nitazenos como adulterantes. Las sobredosis son demasiado recurrentes, lo que llama la atención de las autoridades policiales. Por tanto, los nitazenos se han revelado como insatisfactorios como adulterantes de otras drogas. Esta situación, nos permite hipotetizar que, en el próximo año, los nitazenos podrían perder una notable presencia en los mercados de drogas europeos. Tal situación estimularía, si no lo ha hecho ya, a los químicos chinos a buscar una alternativa funcional para continuar abasteciendo los mercados europeos de drogas. Los nitazenos aparecieron como alternativa a los fentanilos, pero a la vista de sus tropelías, parece evidente que no han cumplido con su objetivo. Por tanto, cabe esperar que la industria China saque al mercado de la red oscura, nuevas drogas, sean o no de la familia de los opioides sintéticos. Aún existen cinco familias de opioides sintéticos por explorar como drogas de abuso.
El cuarto, y último motivo, aunque a nuestro parecer el más importante. En el caso que los nitazenos fuesen una realidad, la poderosa red española de atención a las adicciones podría ofrecer respuestas eficaces, efectivas, eficientes y de calidad a la amenaza. Los tratamientos sustitutivos de opioides con metadona y buprenorfina, la disponibilidad de naloxona en diferentes presentaciones, unos profesionales altamente cualificados y una red de recursos distribuidos territorialmente son el mejor garante ante cualquier amenaza de opioides sintéticos o de cualquier otra sustancia. El número de sobredosis es el indicador clave para afirmar que España está libre de nitazenos. Las sobredosis se convertirán en evidencias irrefutables cuando las personas consumidoras consuman heroína adulterada con nitazenos. De momento, el número de sobredosis se mantiene estable.
En definitiva, los nitazenos aparecieron como una alternativa a los fentanilos. Pero queda claro que es una familia de opioides sintéticos demasiado peligrosa. Su escaso margen de seguridad, entre dosis activa y dosis mortal, implica que los traficantes de bajo nivel los desestimen como adulterante de drogas. En definitiva, concluimos que los nitazenos perderán paulatinamente presencia como adulterante de drogas sometidas a fiscalización. Al menos como adulterante de heroína que, para el caso de España, esta adulteración es mucho más probable que la de pastillas falsas con nitazenos.