Descripción

La heroína es una sustancia que se extrae del opio (Papaver Somniferum), al igual que otros derivados opiáceos como la metadona, morfina, codeína,…

La heroína es una sustancia que genera una fuerte dependencia, tanto física como a nivel psicológico y comportamental.

Como se usa / Consumo

La heroína se puede administrar vía fumada, esnifada o inyectada. Los efectos son siempre los mismos, pero varía su intensidad y la rapidez de actuación.

  • Inhalar la heroína («Fumarse un chino» «Chasing the Dragon»): La Heroína se calienta sobre un papel de aluminio y se inhalan los vapores que desprende.
  • Inyectarse la heroína: La heroína se disuelve en agua y un poco de ácido cítrico en el seno de una cuchara y con ayuda de un filtro y una jeringa se inyecta directamente en la vena.

Cada vía de administración conlleva una serie de riesgos para la salud:

  • Fumarla es más seguro que esnifarla. Penetra en el organismo de forma gradual y se puede controlar un poco más la dosis.
  • La inyección es la forma de administración que más riesgos implica ya que se contraen numerosas infecciones: hepatitis, SIDA, etc.

Efectos

Durante el primer tiempo de consumo los efectos principales de la administración de heroína son los siguientes:

Efectos psicológicos

  • Euforia
  • Sensación de bienestar
  • Placer

Efectos fisiólogicos

  • Analgesia: falta de sensibilidad al dolor
  • En los primeros consumos no son raras las náuseas y vómitos
  • Inhibición del apetito

Reducción de riesgos / Daños

La heroína atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y llega rápidamente al cerebro ocasionando alteraciones en los neurotransmisores cerebrales. También atraviesa la barrera placentaria y, en mujeres embarazadas, puede afectar muy negativamente al desarrollo del feto.

La heroína es adulterada con numerosos productos a veces muy tóxicos. Esto puede producir septicemia y otras infecciones graves.

Cuando se utiliza la administración intravenosa, la inyección puede dañar las venas provocando trombosis y abscesos. Además, si se comparten las jeringuillas para inyectarse («chutarse», «pincharse») o no se utilizan jeringas estériles cada vez, se puede transmitir e infectar con el VIH (virus causante del SIDA).

En el plano psicológico

  • Alteraciones de la personalidad
  • Alteraciones cognitivas, como problemas de memoria
  • Trastorno de ansiedad y depresión
  • Dependencia psicológica, que hace que la vida del consumidor gire obsesivamente en torno a la sustancia

En el plano orgánico

  • Adelgazamiento
  • Estreñimiento
  • Caries
  • Anemia
  • Insomnio
  • Inhibición del deseo sexual
  • Pérdida de la menstruación
  • Infecciones diversas (hepatitis, endocarditis, etc.) asociadas a las condiciones higiénico-sanitarias en que tiene lugar el consumo, y al estilo de vida del consumidor
  • Su consumo habitual genera tolerancia con rapidez, por lo que el consumidor necesita aumentar la dosis para experimentar los mismo efectos. Ello explica el riesgo de sobredosis tras un período de abstinencia
  • Elevada dependencia, acompañada de un desagradable síndrome de abstinencia (el mono) si se suspende el consumo, o se administran dosis inferiores a aquellas a las que el organismo se ha habituado. Éste síndrome se caracteriza por síntomas como: lacrimeo, sudoración, rinorrea, insomnio, náuseas y vómitos, diarrea, fiebre, dolores musculares, etc. acompañados de una fuerte ansiedad

Historia

El opio es utilizado por la humanidad desde la Antigüedad, existiendo referencias a su consumo que datan de 4000 años antes de Cristo.

El opio se consumió por vía fumada en diversas zonas de Asia, aunque su gran poder nace a partir del aislamiento de su diversos alcaloides. Es el caso de la morfina, un potente analgésico obtenido a partir del opio, aislado por químicos alemanes en 1806, y utilizado profusamente en la actualidad en contextos médicos. Debe su nombre a Morfeo, dios griego del sueño.

La heroína fue sintetizada a finales del siglo XIX por la industria farmaceútica Bayer, en busca de un fármaco que tuviera la capacidad analgésica de la morfina, pero sin su potencial adictivo. Se utilizó inicialmente como terapia frente a la morfinomanía, aunque este uso pronto se abandonó al no mostrar los resultados deseados.

En 1973 la heroína irrumpió en contextos unversitarios españoles, para ir poco a poco extendiéndose hacia colectivos sociales diversos, hasta acabar limitada a ambientes sociales marginales.

Legislación

En interpretación del Código Penal, los tribunales de justicia consideran los opiáceos dentro de las «drogas que causan grave daño a la salud», y por tal motivo, quienes los cultiven, elaboren, trafiquen, promuevan, favorezcan o faciliten su consumo, o lo posean con tales fines serán penalizados con una pena mínima de 3 a 9 años de prisión y multa «del tanto al triplo» del valor de la droga.

La conducción bajo su influencia está asimismo, penalizada.

Además de su consumo en público, el abandono en vía pública del instrumental usado para el consumo de esta droga está sancionada administrativamente por la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana. Estas sanciones pueden ser sustituidas por el adecuado tratamiento de deshabituación.

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