El informe de la Agencia Europea de Drogas (EUDA) El impacto de las recesiones económicas en el consumo de drogas ilícitas analiza cómo las crisis económicas afectan el consumo de sustancias ilícitas. Basado en una revisión de literatura hasta 2020, el estudio explora la compleja relación entre las condiciones económicas y los patrones de uso de drogas.
Los estudios previos sobre recesiones económicas han identificado vínculos entre el deterioro económico y el aumento de problemas de salud mental, así como un incremento en el consumo de alcohol y tabaco como mecanismos para lidiar con el estrés. Sin embargo, la relación entre las recesiones y el uso de drogas ilícitas sigue siendo menos investigada.
También se destaca que las recesiones pueden influir en el consumo de drogas a través de varios mecanismos:
- Estrés económico: aumento del consumo como respuesta al deterioro mental.
- Oportunidades económicas reducidas: entrada en actividades ilegales, como el tráfico de drogas.
- Cambios en los precios: transición hacia drogas más baratas o patrones de uso más riesgosos (por ejemplo, de fumar a inyectarse).
- Reducción de servicios públicos: recorte de programas de tratamiento de drogas debido a políticas de austeridad.
El objetivo principal es comprender estas dinámicas y generar información útil para diseñar respuestas políticas ante futuras recesiones.
En cuanto a los grupos de edad, las personas adolescentes y jóvenes adultas son las más afectadas. En este caso, las tasas de desempleo más altas se asocian con un aumento en el uso de cannabis y cocaína.
Las personas adultas mayores, aunque menos afectadas, sí se señala que algunos grupos muestran aumentos en el consumo de drogas como cannabis y cocaína durante las recesiones.
- Cannabis: generalmente su uso aumenta durante las recesiones, especialmente entre los jóvenes y las personas desempleadas.
- Opioides: las recesiones están vinculadas con un incremento en el uso de opioides y un aumento de las muertes por sobredosis.
- Cocaína y éxtasis: algunos estudios sugieren un incremento en el consumo debido al estrés económico, mientras que otros indican una disminución relacionada con la caída de ingresos.
Por otro lado, el estrés económico y la reducción de los costos de oportunidad (más tiempo libre debido al desempleo) parecen fomentar el consumo. Por otro lado, los cambios en el mercado, como el aumento de la oferta y la caída de precios, pueden hacer que las sustancias sean más accesibles.
El informe también recalca el impacto de las políticas de austeridad post-recesión, como las de 2008, que redujeron los servicios de tratamiento de drogas en Europa, agravando los problemas de consumo.
En conclusión, el documento señala que las recesiones económicas afectan significativamente el consumo de drogas de uso ilícito, aunque los efectos varían según el contexto demográfico, el tipo de droga y las características específicas de la recesión. Las recesiones recientes, como las derivadas de la COVID-19, subrayan la importancia de desarrollar estrategias proactivas y fortalecer los servicios sociales para mitigar estos impactos.
Finalmente, la EUDA recomienda seguir investigando con un enfoque en el uso de indicadores comparables y la identificación de grupos demográficos particularmente vulnerables. Además, las políticas deben priorizar la prevención y mejorar el acceso al tratamiento, incluso en tiempos de crisis económica.