La relación entre redes sociales y drogas es a menudo objeto de estudio. Internet ha transformado la forma de promocionar, adquirir e incluso de intervenir en el ámbito de las sustancias. El uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para llevar a cabo intervenciones efectivas en el campo de la salud, despiertan un gran interés por sus potenciales beneficios en la implementación tanto de programas preventivos como de tratamiento.

Un estudio con 105 personas que consumían drogas por vía parenteral y asistían a grupos de intervención grupal en centros de adicciones de Cataluña publicado en la Revista Adicciones, ha analizado el uso de la aplicación WhatsApp como canal de acceso a personas que se inyectan drogas.

El objetivo de este estudio fue comprobar la viabilidad en el contexto clínico del uso de un servicio de mensajería instantánea para reducir el riego de infección de VIH asociado al consumo de drogas por vía parenteral. Se diseñó una intervención grupal de ocho semanas, con el objetivo de reducir el impacto de los daños asociados al consumo de drogas inyectadas basada en la Terapia de Reducción de Daños que prioriza la retención en el programa de intervención como principal elemento para facilitar el cambio. Los participantes se distribuyeron en siete grupos de WhatsApp con el objetivo de facilitar la discusión, tal y como sucede en los grupos presenciales. La intervención fue precedida de una propuesta de temática semanal basada en alguno de los temas más relevantes en materia de reducción del riesgo de infección del VIH.

Los resultados mostraron una capacidad de adherencia elevada y superior a otras intervenciones terapéuticas en adicciones, reduciendo las limitaciones inherentes a los servicios presenciales. Se sugiere también que la comunicación directa y rápida y el apoyo social pueden ser efectivos para evitar recaídas.

El estudio coincide con otro estudio publicado en la Revista Adicciones, al que contribuyeron dos de los autores, que tenía por objetivo analizar la percepción que las personas que consumen drogas inyectadas tienen sobre una aplicación móvil creada para mejorar el acceso a material de inyección. Partiendo de un enfoque cualitativo se recogió información de personas consumidoras de drogas inyectadas en activo. Los resultados indicaron que la aplicación tuvo una buena aceptación y se consideró sencilla y útil.

En este sentido, estos trabajos confirman el potencial del uso de las TIC para mejorar las intervenciones en el campo de las adicciones y la reducción de daños.

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Autoría del artículo científico:

Fran Calvo, Oriol Turró-Garriga, Xavier Carbonell