Qué tal?
Efectivamente hacía mucho tiempo que no pasaba por aquí. Mi psicóloga me lo recomendó, y le hice caso... Pero me acuerdo un montón de vosotras.
Ahora me pondré al hilo con vuestras vidas, e intentaré ir contestando poquito a poco.
Qué os puedo contar... que no sé si tirar la toalla o qué.
Veréis, estos meses que he estado ausente han ido muy bien. Primero por mi parte, porque he aprendido a relajarme un poco y a vivir mi vida y no la de otro.
Además, él ha estado muy bien también. La verdad. Nada de comportamiento raro, nada de moqueos raros, nada de nada.
Hicimos un viaje a su país, a su ciudad, a casa de sus padres. Conocí a amigos suyos. Resutla que la mayoria de sus compañeros de la secundaria después también han tenido problemas con la coca

En fin, y charlando con una amiga suya él le contó que había tenido problemas y eso. Yo lo escuché aliviada, nunca había reconocido eso delante de nadie.
Un detalle curioso es que los dos cogimos un resfriado de aúpa, ahí. Pero esta vez fue distinto, yo SABIA que si se sonaba cosntantemente era por el resfriado, estaba 200% tranquila. Además no era como el "moqueo" que yo conocía...
Y volvimos, y seguimos bien. Él andaba un poco triste, pero bueno, ya se le pasó.
Pero el viernes pasado...fue día de cobro. La verdad nunca había prestado más atención a los días de cobro que al resto, pero mira, este viernes no sé por qué...pensé en eso.
Él salió del trabajo y me dijo que iba a comprar chocolate (hachís, obvio, je). Le dije que muy bien, yo estaba en casa arreglando mi currículm. Llegó a casa...no sé cómo describirlo. Raro. Como muy..."pesadito". Y yo, me ofusqué. Y él venga a preguntarme qué me pasaba. Y yo ofuscada. Y él venga a moquear... Y yo cada vez más ofuscada. Me preguntó "¿Cuando estés con el máster también estarás así de arisca?". Yo no sabía qué decirle.
Todo el fin de semana estuve rara. No sabía si decirle "Te crees que soy tonta?" o qué. No sabía si habían sido paranoyas mías, no sabía nada.
Esta mañana, ha estado 20 minutos encerrado en el baño con agua corriendo. Me había dicho que le dolía la barriga, pero yo qué sé.
Cuando se ha ido, me he puesto a llorar como una magdalena. Como hacía tiempo que no lloraba. He vuelto a ir todo el camino al trabajo llorando. En fin, qué penita eh

No sé qué hacer, otra vez. Es como si hubiera vuelto al principio de todo.
