Así escribí mis impresiones al pasar una semana de aquel mal día:
Diez de la mañana. Me he quedado solo
Sobre el galvanizado de la carrocería soporte
Donde me visto un sol de testigo,
Una respiración desmenuzada,
Una aspiración que se alinea bajo el azul con apreciable rectitud.
Voy. A plena luz del día,
Profundo como el aire, de pecho.
El jefe de filas ha saltado sobre la línea del alba
Hacia un postrer sprint entre espectrales
Y desencajadas mandíbulas que guiñan
La luz con ojos vidriosos donde todo es plenitud:
Cabezas vacías bebiendo en una fuente de preñada sabiduría.
Igualdad de pechos que suben imperiosos dando
Libertad a piernas que no fallan en suministrar movimiento a
Fraternales lenguas que fintan entre estocadas de licor de hierbas
Buscando la verdad.
Se me ocurre hablar de Dios queriéndome hacer
Todas las trampas, porque Dios no existe
Y a fe mía que lo encuentro bien dentro de mi
Dando luz a mi pálida cara energizada por ideales inquebrantables.
Porque yo creo. Mi fe tiene una pureza aproximada del 40-60%
Cuatro de la tarde. Los últimos espectros se transparentan
Desvaneciéndose hacia su cama con equipo estéreo de tele techo.
Una vez más, solo.
Pero no importa, aún me quedan dos camareras argentinas,
Algún sujeto paranoide y miles de personas que leen el periódico,
Ven la telenovela en el bar o pasean bajo el regente poderoso enemigo.
Si Dios está presente en todos los hombres, Dios existe.
Si yo muero Dios desaparece.
Y si Dios desaparece, Dios no está en todos los hombres de la historia,
Luego Dios no existe.
Dios, me estalla la cabeza.
Recuerdo a aquellos que veían en un simple río llamado Carlos el abrazo de los tiempos,
Hoy me ha surgido la misma certidumbre en la voluble rectitud
De la inmaculada traza sobre una carrocería.
No debe haber más droga que la mentira y como pecadores
Caminamos entre mucha droga mala para el corazón
Que se suele parar por fallo eléctrico u obstrucción coronaria.
El resto, los Ángeles Caídos, son alineables espíritus blancos
Que contrastan la perpetua negritud de nuestra profunda noche.