La planta milenaria del cannabis tiene innumerables usos desde que el ser humano la descubrió, más allá del meramente recreativo. Usos en el ámbito de la medicina, la alimentación, la energía o del textil, por poner algunos ejemplos. Por eso, su cultivo y aprovechamiento pueden contribuir a lograr los objetivos de desarrollo sostenible y lucha contra la pobreza establecidos en la Agenda 2030. Así lo entiende el Observatorio Europeo para el Consumo y Cultivo de Cannabis (OECCC) en un informe que ha entregado al Gobierno y que desde Podemos aseguran que están estudiando.

«El cannabis, en sí mismo, no acaba de ser ni un problema ni una emergencia. Simplemente, es una planta en el centro de un millón de problemas y con otro millón de emergencias. Por ello, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y su millón de temáticas constituye una matriz relevante para analizar el cannabis y las políticas públicas al respecto». Así fundamenta el Observatorio, un grupo español de expertos en esta materia, las razones de la presentación de un informe en el que aseguran haber encontrado un vínculo de la planta Cannabis Sativa L y sus políticas públicas con 64 de las 169 metas de 15 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, un plan de acción aprobado por la Asamblea General de la ONU «a favor de las personas, el planeta y la prosperidad».

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