Europa es la región con el mayor consumo de alcohol en el mundo, destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Informe sobre la situación mundial en materia de alcohol, salud y tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias. Esta es una tendencia que se ha mantenido constante a lo largo de la última década.

El consumo total de esta sustancia per cápita en la población mundial disminuyó ligeramente de 5,7 litros en 2010 a 5,5 litros en 2019 (una reducción relativa del 4,5%), con los niveles más altos de consumo en 2019 en Europa y América. De hecho, las personas adultas europeas consumen una media de 9,2 litros de alcohol puro al año, lo que las convierte en las mayores bebedoras del mundo, según datos de la agencia sanitaria mundial, que llama a los países a implementar políticas eficaces para reducir el consumo de bebidas etílicas.

Este elevado nivel de consumo está directamente relacionado con graves problemas de salud pública. La OMS estima que el alcohol es responsable de más de 1 millón de muertes anuales en Europa, lo que lo convierte en una de las principales causas de mortalidad en el continente. La cifra representa aproximadamente el 10% de todas las muertes en la región, afectando especialmente a los hombres, quienes consumen en promedio 13 litros de alcohol al año, en comparación con los 5,6 litros en mujeres –de los datos extraídos, aquí hay que tener en cuenta que las mujeres tienen un mayor estigma y probablemente la cifra en ellas sea mayor de la que se estima–.

La OMS ha señalado que, pese a las múltiples campañas de salud y los esfuerzos por reducir el consumo, «no ha habido cambios significativos en los niveles de consumo de alcohol durante más de diez años». De acuerdo con la publicación, dos terceras partes de los adultos beben, uno de cada diez tiene un trastorno por consumo de alcohol y cerca del 6% vive con dependencia del alcohol.

En los países con mayor población de la región europea como Rusia, Turquía y Ucrania se han registrado disminuciones notables en el consumo de bebidas alcohólicas, debido al aumento de los impuestos y las limitaciones de disponibilidad. La OMS explicó que esas reducciones hacen parecer en los números totales que hay una baja importante en el consumo de alcohol en Europa como región, aunque en realidad no sea así.

Estas serían las variaciones regionales:

  • Europa: Mayor consumo regional con 9,2 litros per cápita en 2019, aunque con una reducción significativa en el consumo de alcohol, especialmente en Europa del Este. Esta disminución se atribuye a políticas de control del alcohol más estrictas, incluido un aumento en la imposición de impuestos.
  • Américas: Consumo moderado con 7,5 litros per cápita en 2019, manteniéndose en niveles estables.
  • Pacífico Occidental: Tendencias variadas, fuertemente influenciadas por China, donde el consumo aumentó hasta 2015, seguido de una fuerte caída debido a medidas de control del alcohol más estrictas.
  • Sudeste Asiático: Aumento notable en el consumo de alcohol hasta el inicio de la pandemia de COVID-19, impulsado por el crecimiento económico.
  • África: Los niveles de consumo se mantuvieron estables, reflejando la falta de crecimiento económico significativo o políticas estrictas sobre el alcohol.
  • Mediterráneo Oriental: Niveles muy bajos de consumo de alcohol, en gran parte debido a prohibiciones religiosas.

El documento también resalta que la pandemia de la Covid-19 tuvo un impacto significativo en el consumo global de alcohol, con una reducción relativa estimada del 10% entre 2019 y 2020, aunque con efectos diferentes y, a veces, opuestos en distintos países y grupos poblacionales.

A nivel mundial, las bebidas alcohólicas destiladas son la categoría principal en el consumo registrado de alcohol, seguidas de la cerveza y el vino. El consumo no registrado de alcohol representó el 21% del consumo total en todo el mundo, y, en general, la OMS afirma que cuanto más rico es un país o región, mayor es el nivel de consumo y menor es la proporción de consumo no registrado.

Finalmente, la OMS recalcó que existen la evidencia y las herramientas, y subrayó que lo que se necesita es voluntad. «Debemos actuar ahora y hacer cambios para mantener sanas a nuestras poblaciones, llamando a los países a actuar ahora para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible en materia de salud y limitar los intereses comerciales que promueven el consumo de alcohol».