El cannabis es la droga ilegal más consumida por parte de la población general a nivel mundial y es una de las más prevalentes en pacientes psicóticos. No se conoce con exactitud la prevalencia de su consumo, pero se sitúa entre el 20 y el 40 %.

El consumo de cannabis en la esquizofrenia se ha asociado a un peor cumplimiento terapéutico, a una mayor productividad sintomatológica y a un empeoramiento en el pronóstico del cuadro clínico. También es más acentuada la sintomatología negativa y los síntomas como la acatisia, la rigidez o las discinesias.

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