El sexo anal receptivo sin preservativo es una vía de transmisión para la reinfección por el virus de la hepatitis C (VHC) en hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) con el VIH que practican chemsex, lo que explicaría las elevadas tasas de reinfección registradas dentro de este grupo de población. Por otra parte, la reinfección por el VHC entre hombres GBHSH con el VIH no se relaciona con el consumo de metanfetamina en contextos sexuales, sino que esta droga podría ser un marcador subrogado de las redes sexuales con mayor prevalencia del VHC. Estas son las principales conclusiones de un estudio estadounidense cuyos resultados se han publicado en la revista Clinical Infectious Diseases.

Los estudios sobre los factores de riesgo de infección por el VHC durante la fase aguda (infección aguda o primoinfección) en hombres GBHSH con el VIH han sugerido que la vía de transmisión más frecuente es a través de las relaciones sexuales, apuntando la mayor parte de indicios a las prácticas sexuales de alto riesgo (tales como el sexo anal traumático o fisting), sexo en grupo sin preservativo o empleo de drogas (inyectables y/o inhaladas) durante sesiones de sexo prolongadas, o bien a la presencia concomitante de infecciones de transmisión sexual (ITS) ulcerativas, entre otros factores (véase La Noticia del Día 28/04/2016).

Otro factor que se constató en estudios previos es que las tasas de transmisión del VHC en la fase aguda de la infección en hombres GBHSH con el VIH eran sustancialmente más bajas que entre las personas usuarias de drogas inyectables, lo que concordaba con la percepción de que la transmisión sexual del VHC sería menos eficaz que la transmisión parenteral. Posteriormente, sin embargo, se descubrió que las tasas de reinfección por el VHC entre hombres GBSH con el VIH eran más altas que las tasas de infección primaria, más elevadas incluso que las tasas de reinfección entre las personas que se inyectan drogas, lo que cuestiona estas percepciones previas.

Así pues, las conductas que median en esta elevada tasa de transmisión del VHC entre los hombres GBHSH con el VIH parecen no estar bien caracterizadas. Para arrojar más luz sobre esta cuestión, un equipo de investigadores estadounidense del Departamento de Medicina de la División de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina Icahn en Mount Sinai de Nueva York (EE UU) realizó un estudio prospectivo de cohorte en hombres GBHSH con el VIH que se curaron de una infección por el VHC para determinar la incidencia y factores de riesgo de reinfección por el VHC.

El estudio incluyó a 304 hombres GBHSH con el VIH en la ciudad de Nueva York. Los participantes fueron en su mayoría hombres blancos (el 18% de los participantes eran negros y el 21% de los participantes, latinos) que recibieron atención de un solo centro de salud entre 2000 y 2018.

Todos los participantes consiguieron eliminar el VHC durante la fase aguda de la infección (infección primaria), ya fuera de forma espontánea (10%) o con tratamiento. La mediana de edad cuando aclararon el VHC era de 45 años (rango intercuartil: 36-51). El 61% de los participantes recibieron tratamiento con antivirales de acción directa (AAD) para la primoinfección por el VHC y el resto, regímenes más antiguos basados en interferón.

En un estudio previo realizado por los mismos autores, el riesgo de infección primaria por el VHC se asoció con la práctica de sexo anal receptivo sin preservativo y con el uso de metanfetamina durante la práctica de chemsex (pero no necesariamente a través de la vía inyectada).

En el presente estudio, 36 participantes adquirieron el VHC por segunda vez y 6 de ellos por tercera vez durante un periodo de 898 persona-años de seguimiento. La tasa incidencia de reinfección por el VHC fue elevada, de 4,7 casos por cada 100 persona-años de seguimiento.

No se observaron diferencias entre los participantes que se reinfectaron y los que no en cuanto a características demográficas, del VIH o del VHC. Aunque la reinfección se asoció con la eliminación del VHC durante la fase aguda en toda la cohorte, este hecho no fue significativo cuando se tuvieron en cuenta los factores conductuales.

Entre los 226 participantes que facilitaron datos acerca de su conducta en las relaciones sexuales, sólo el sexo anal receptivo sin usar preservativo se relacionó firmemente con la elevada tasa de reinfección por el VHC, pero no el uso de metanfetamina durante las relaciones sexuales (cuyo uso es relativamente frecuente entre personas con el VIH que practican chemsex).

Los hallazgos del estudio indican que la transmisión del VHC se produjo por vía sexual y que el consumo de metanfetamina puede ser un marcador sustitutivo de la prevalencia del VHC en las redes sexuales, es decir, que es más probable que el virus se transmita por vía sexual entre grupos en los que muchos tienen el VHC que entre grupos en los que pocos lo tienen.

En resumen, se puede decir que la alta tasa de reinfección por el VHC durante casi dos décadas demuestra que la transmisión sexual de este virus hepático no es algo inusual y que el tratamiento basado en AAD no es suficiente para eliminar el VHC entre los hombres GBHSH de Nueva York. Los contrastes entre las tasas y los factores de riesgo de infección primaria y reinfección por el VHC sugieren que la prevalencia del virus de la hepatitis C es muy heterogénea entre las redes sexuales.

Como conclusión, dado que ni los preservativos ni el tratamiento con AAD han sido estrategias exitosas para la prevención del VHC en la ciudad de Nueva York, los investigadores instan a implementar nuevas intervenciones para atajar esta epidemia de VHC de transmisión sexual.

Fuente: TheBodyPro / Elaboración propia (gTt).

Referencia: Fierer DS, Carollo JR, Rodriguez-Caprio G, Radix A, Vail R, Chavez R, et al, for the New York Acute Hepatitis C Surveillance Network. Hepatitis C Virus Reinfection Among Men Who Have Sex With Men With HIV in New York City, Clinical Infectious Diseases, 2024; ciae297, https://doi.org/10.1093/cid/ciae297

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