«Las industrias de productos básicos nocivos -como el alcohol, el tabaco y los ultraprocesados- participan en actividades políticas corporativas, utilizando diversas prácticas, incluidas tácticas intimidatorias, para frustrar, retrasar y diluir las regulaciones que amenazan sus negocios». Así de contudente es un estudio estudio de la Universidad de Bath (Reino Unido), que muestra que el método más común utilizado por las corporaciones o sus representantes es el desprestigio público.

El estudio, publicado en Health Promotion International , revela la amplia gama de tácticas utilizadas por las «industrias que dañan la salud» (HHIs, por sus siglas en inglés). Estas acciones están diseñadas para socavar y desacreditar a los defensores e investigadores que brindan evidencia a los responsables de las políticas que trabajan para mejorar la salud pública mediante regulaciones más estrictas.

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