El Plan Nacional sobre Drogas de España ha publicado su Boletín de Indicadores Clave 2024, un informe que ofrece un análisis detallado de la situación de las adicciones en el país. El documento, elaborado por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA), proporciona datos actualizados sobre el consumo de sustancias psicoactivas y conductas adictivas, tanto en adolescentes como en la población general.

El informe organiza sus indicadores en cuatro grandes áreas: consumo en adolescentes, consumo en adultos, consumo problemático y adicción, y otros indicadores relevantes. Se destaca que el consumo de sustancias adictivas no siempre implica un problema grave o una adicción, y que la práctica de ciertos juegos no necesariamente lleva a trastornos. No obstante, la frecuencia, la intensidad y las características personales pueden llevar a algunas personas a desarrollar problemas de adicción.

Entre los principales hallazgos se encuentra el aumento del consumo de alcohol en adolescentes de entre 14 y 18 años, con un incremento significativo en los episodios de consumo intensivo (binge drinking). Asimismo, se observa un uso preocupante de videojuegos, con un número considerable de jóvenes que podrían estar desarrollando trastornos por su uso excesivo.

En cuanto a la población adulta, el informe subraya que el consumo de alcohol y de medicamentos hipnosedantes sin receta sigue siendo elevado. También se destaca el uso diario o casi diario de cannabis y el consumo de cocaína como desafíos importantes para la salud pública.

El documento también resalta la dificultad de estimar el número de personas con consumo problemático o adicción, debido al estigma y la falta de registros precisos –el estigma hace que a menudo el problema se oculte–. Sin embargo, subraya la importancia de abordar el consumo problemático de alcohol, cannabis y cocaína, así como los trastornos asociados al juego.

Por otro lado, el boletín recoge otros indicadores relevantes, como la alta proporción de conductores implicados en accidentes mortales que dieron positivo en pruebas de alcohol, así como el aumento de muertes relacionadas con enfermedades hepáticas y reacciones adversas a drogas.

El Plan Nacional sobre Drogas concluye subrayando la necesidad de continuar desarrollando estos indicadores para adaptar las políticas de prevención y tratamiento a los cambios en los patrones de consumo y a las conductas adictivas emergentes.