Moscas de la fruta modificadas muestran preferencia por la cocaína en un estudio sobre adicción

Investigadores de la Universidad de Utah han demostrado que moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) pueden desarrollar preferencia y/o adicción por soluciones con cocaína si se modifican genéticamente para reducir su sensibilidad al sabor amargo. Los resultados del estudio, publicados en la revista Journal of Neuroscience, abren nuevas posibilidades para investigar las bases genéticas del consumo de sustancias.

En condiciones normales, las moscas evitan el consumo de cocaína debido a que esta activa los receptores gustativos del sabor amargo situados en sus patas. Al alterar genéticamente esos receptores, el equipo observó que los insectos desarrollaban una preferencia por soluciones con cocaína frente a las que contenían únicamente sacarosa, en un plazo de 16 horas.

El estudio también documentó que las moscas reaccionan de forma similar a los humanos ante la sustancia: mostraban hiperactividad con dosis bajas y parálisis con dosis altas. Estas respuestas se han observado en investigaciones anteriores y se consideran comparables a las reacciones fisiológicas humanas a la cocaína.

El autor principal, Adrian Rothenfluh, destacó que Drosophila melanogaster es un modelo valioso porque permite estudiar la función de genes individuales de manera rápida y eficaz. Además, la especie comparte un alto porcentaje de genes asociados a enfermedades humanas, lo que refuerza su utilidad en estudios biomédicos.

El artículo, titulado Bitter sensing protects Drosophila from developing experience-dependent cocaine consumption preference, detalla cómo la modificación genética de los receptores gustativos permitió que las moscas adquirieran una conducta de consumo repetido. Esta metodología podría facilitar investigaciones posteriores sobre los mecanismos neurogenéticos implicados en el desarrollo de adicciones.