Investigadores de la Universidad Estatal de Florida (Estados Unidos) han demostrado que la ketamina puede reducir el consumo de alcohol en ratas macho que anteriormente habían consumido grandes cantidades de alcohol, incluso cuando se les da acceso ilimitado a esta sustancia varias veces a la semana.

«No hay tratamientos perfectos para el alcoholismo. Muchos pacientes recaen dentro del periodo que abarca un año después del tratamiento. Lo que hace que la ketamina sea interesante en nuestro estudio es que reduce el consumo de alcohol, y el efecto fue duradero incluso después de suspender el tratamiento», explica Mohamed Kabbaj, líder del estudio, que se ha publicado en la revista ‘eNeuro’.

La ketamina es prometedora en el tratamiento psiquiátrico. Los antidepresivos existentes no funcionan para todos los pacientes, así que los científicos están buscando otras opciones efectivas. La ketamina es una de esas posibilidades. De hecho, en marzo de este año, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó un aerosol nasal que incluye una forma de ketamina para pacientes con depresión que no responden a otros tratamientos.

Pero los médicos todavía tienen preguntas sobre cómo funciona la ketamina. En este estudio, los investigadores examinaron cómo la ketamina afectaba el consumo de alcohol de las ratas y cómo ese consumo de alcohol afectaba a su autoadministración. El principal hallazgo fue que las ratas macho de alto consumo de alcohol mostraron una reducción significativa en la ingesta después de un tratamiento de ketamina, en comparación con las ratas que recibieron una solución salina.

El efecto duró al menos tres semanas incluso después de interrumpir el tratamiento, lo que sugiere un beneficio a largo plazo de la ketamina en la reducción del consumo de alcohol. «Tres semanas es mucho tiempo en la vida de una rata. «Si algo similar sucediera en humanos, uno podría imaginar que después de un tratamiento corto con ketamina, los pacientes alcohólicos dejarían de consumir alcohol durante un par de años. Eso sería un gran logro», apunta el investigador.

La ketamina no afectó a las ratas hembras que consumían previamente alto contenido de alcohol y, curiosamente, aumentó la ingesta en hembras que antes no bebían mucho. Los investigadores apuntan que se necesitan estudios clínicos para hombres y mujeres antes de que la ketamina se use como terapia contra el alcoholismo en ambos sexos.

Nota: artículo original publicado en infosalus.com