El 21 de octubre, Glasgow se convertirá en la primera ciudad del Reino Unido en inaugurar una sala de consumo supervisado, incluidas la heroína y la cocaína. Este centro, ubicado en Hunter Street en el este de la ciudad, podrá atender simultáneamente a 30 personas usuarias, quienes podrán consumir sustancias ilegales bajo la vigilancia de personal clínico. El servicio estará disponible todos los días del año, de 09:00 a 21:00 horas.

La decisión de abrir esta instalación llega en un momento en el que Escocia enfrenta una crisis de muertes por abuso de sustancias. Según los últimos datos de los registros nacionales, en 2023 se registraron 1.172 muertes relacionadas con el consumo de drogas, lo que representa un aumento del 12% en comparación con el año anterior. En declaraciones de Allan Casey, encargado de los servicios de adicción y falta de vivienda del Ayuntamiento de Glasgow, para BBC, hay una «emergencia de salud pública» que requiere una respuesta contundente.

Casey destacó que este centro contribuirá a reducir tanto las sobredosis mortales como las no mortales, ofreciendo un entorno seguro y controlado para el consumo de drogas. Añadió que, aunque Glasgow cuenta con servicios efectivos de recuperación, las personas con problemas graves de adicción enfrentan enormes desafíos que ponen en riesgo su salud y bienestar. Subrayó que la participación en programas de tratamiento mejora significativamente las posibilidades de recuperación y reintegración.

El centro contará con cabinas equipadas para que hasta ocho personas puedan inyectarse sustancias de manera segura. Forma parte de un esfuerzo más amplio del gobierno escocés que busca servir como modelo para futuras iniciativas en otras regiones del país.

¿Por qué son importantes las salas de consumo?

Las salas de consumo supervisado son una parte crucial de las medidas de reducción de daños por varias razones:

  • Prevención de sobredosis: Uno de los principales beneficios de estas instalaciones es la reducción del riesgo de sobredosis. Al consumir sustancias bajo la supervisión de personal clínico, las personas usuarias pueden recibir atención médica inmediata en caso de una sobredosis, lo que disminuye las posibilidades de muerte.
  • Reducción de enfermedades transmisibles: Estas salas proporcionan un entorno limpio y esterilizado donde las personas pueden acceder a equipo de inyección seguro. Esto ayuda a reducir la propagación de enfermedades infecciosas como el VIH y la hepatitis C, que son comunes entre quienes comparten agujas o consumen drogas en condiciones insalubres.
  • Conexión con servicios de apoyo: Las salas de consumo supervisado a menudo funcionan como un puente hacia otros servicios de salud y apoyo social. Las usuarias pueden ser referidas a programas de tratamiento, rehabilitación, y apoyo psicológico, lo que aumenta sus posibilidades de recuperación a largo plazo.
  • Reducción del uso público y residuos: Al ofrecer un espacio seguro para el consumo, estas instalaciones disminuyen el uso de drogas en espacios públicos, lo que reduce los riesgos asociados tanto para las personas usuarias como para la comunidad en general. También ayuda a reducir la presencia de jeringuillas y otros residuos en las calles.
  • Desestigmatización: Estas salas tratan a las personas con dignidad y respeto, desafiando el estigma asociado con la adicción. Reconocen la adicción como un problema de salud que requiere intervención y apoyo, en lugar de castigo.
  • Recolección de datos y mejora de políticas: Estas instalaciones permiten recopilar datos sobre el comportamiento de las personas usuarias, las tendencias de consumo y los efectos de diferentes drogas. Esta información puede informar mejor las políticas públicas y las estrategias de salud.